por Danilo Silva*
El departamento financiero de cierta empresa está programado para asumir un costo mensual de US$ 50.000 por el uso total de la nube en sus operaciones, pero cuando llega la factura, los responsables del pago descubren que ese valor se ha multiplicado por cinco.
Por increíble que parezca, este tipo de suceso es muy común en el mundo empresarial, lo que ha llevado a los expertos a buscar frenéticamente una solución que pueda reducir tanto la frecuencia como la intensidad de estos o, en el mejor de los casos, eliminar su aparición.
Antes de entrar en detalles sobre los principios activos de esta solución, es necesario desmentir el mito de que los aumentos inesperados solo se dan por errores de planificación. El abanico de situaciones con potencial para multiplicar el uso de la nube es tan variado que se puede decir sin temor a equivocarse que absolutamente todas las empresas están sujetas a este tipo de sorpresas desagradables en cualquier momento.
Cualquier fallo técnico en un determinado sistema puede provocar un uso excesivo de las nubes. Otra posibilidad es que se dé un ciberataque en el que agentes infiltrados permanezcan por largos periodos usando indebidamente la nube para diversos fines sin que la empresa lo sepa.
Además de estas posibilidades aleatorias hay muchas otras que son casi innumerables, pero, afortunadamente existen opciones estratégicas que se pueden tomar para reducir el uso de este insumo.
Por ejemplo, en empresas de sectores de la economía sujetos a la estacionalidad, como la venta de entradas a eventos, sucede que la demanda en su e-commerce aumenta considerablemente en fechas concretas, por lo que estas empresas pueden programar el aumento de ciertos recursos y su capacidad de procesamiento para fechas específicas. Luego, al cumplir con esta demanda, pueden desactivarlos y regresarlos a su estado natural. Al fin y al cabo, con el pasar de los días, la demanda incorpora un ritmo normal que hace innecesaria la subida.
Teniendo en cuenta el caso de una empresa que gasta US$ 50.000 mensuales en la nube, es un hecho que cualquier reducción en este costo corresponde a un beneficio para la compañía.
Ante este escenario, las empresas están entusiasmadas con el desarrollo de la práctica FinOps, resultado de la fusión entre “Financiero” y “Operaciones”, que se desarrolló como un enfoque para optimizar y asegurar que las empresas utilicen sus recursos de manera eficiente y estratégica.
El Consejo Asesor Técnico de la Fundación FinOps lo define como «una disciplina de gestión financiera en la nube y una práctica cultural en evolución que permite a las organizaciones lograr el máximo valor comercial al ayudar a los equipos de ingeniería, finanzas, tecnología y negocios a colaborar en las decisiones de gasto basado en datos».
En otras palabras, se trata de la habilidad de realizar análisis de infraestructura en la nube para implementar mejores prácticas y controles de gestión de recursos. Simplificando aún más, los profesionales de FinOps tienen la responsabilidad de asegurarse de que la empresa consuma solo y exactamente lo que necesita para satisfacer sus necesidades. Por lo tanto, no se trata solo de definir costos o recursos. Sino también, de elegir cómo usarlos, en qué momento, cómo optimizarlos y estar seguro al final del día de que la empresa paga lo justo o que tiene sentido para cada aplicación, servicio o modelo de enfoque.
Con este alcance como referencia, FinOps no se restringe a los servicios de consultoría estratégica para el uso de la nube, de hecho, cada vez es más considerado como un servicio continuo porque la mayoría de las empresas tienen áreas de TI activas: en el día a día se extinguirán servicios, se crearán otros, se reducirán unos y se amenazarán otros.
El perfil del cliente cambia según la dinámica del negocio: todo lo que necesitan es una nueva campaña de marketing, la implementación de una nueva planta de fabricación o una nueva tecnología que reducirá significativamente su esfuerzo operativo para que cambie una configuración que impacta en el consumo de la nube. Por lo tanto, en la práctica, no hay momentos en los que los servicios de FinOps se consideren innecesarios.
Ocurre que esta tecnología aún atraviesa momentos de definición y se está haciendo un esfuerzo por estandarizar sus prácticas. Por otra parte, una de las grandes dificultades es establecer criterios. Hoy en día, todos piensan de manera diferente sobre el formato de costos, cómo administrar estos costos y otras definiciones.
Si bien el objetivo común no escapa a la eterna búsqueda de satisfacer el 100% de las necesidades del negocio gastando lo mínimo posible, se trata de un entorno mucho más volátil que requiere una mayor articulación para lograr consensos.
En ese sentido, la comunidad brasileña tuvo la oportunidad de realizar grandes avances en el tema durante el evento Cloud FinOps Brasil, organizado por la Fundación FinOps y The Linux Foundation. Cloud FinOps Brasil está dedicado a reunir a personas que practican y promueven la gestión financiera en la nube a través de mejorar sus prácticas, elevar sus estándares y educar a la comunidad.
El encuentro permitió a los participantes ampliar sus conocimientos sobre FinOps y prepararse para aplicar estos conceptos en sus operaciones, con el fin de optimizar el uso de recursos financieros y aumentar su eficiencia.
Lo cierto respecto a esta tecnología es que en un futuro próximo ninguna mediana o gran empresa podrá permitirse el lujo de funcionar sin depender de FinOps.