Comenzó con un curso en la Escuela Argentina de Moda, así es como inicia su camino y funda su marca Trentoya en 2008.
La apertura del primer local fue en la calle Posadas en diciembre del 2015, al año siguiente fue la “Apertura góndola” en Galerías Pacifico de diciembre del 2016. En noviembre del 2017 participa de la feria BAZAR ED en Chile y comienza con las exportaciones a ese país. Luego realiza la “Apertura local” en Galerías Pacífico en septiembre del 2018.
Impone unos diseños, hoy en día con reconocimiento a nivel nacional, de un estilo diferente que mantiene en una línea donde el color es el protagonista sin importar las temporadas. Por supuesto que su pasión por las telas y la constante búsqueda de satisfacción hacía sus clientes y hacia sus propios gustos, hacen que actualice algunas prendas, puramente exclusivas y de calidad.
Luego de escalar en el mundo de la creatividad y del diseño, la pandemia llegó, los locales tenían que cerrar y eso solo significaba una pérdida enorme de ventas. Lía Protto decidió hacer un vuelco rápido y trasladarse 100% a lo online, la única opción viable en esos momentos tan difíciles donde reinaba el miedo y la incertidumbre.
¿Cómo logró seguir adelante?
El canal online fue su prioridad y sorprendentemente las ventas comenzaron a subir. Brindaron un servicio de manera excelente buscándole una vuelta más atractiva y convincente para que el cliente elija “Trentoya”. Y así fue, la facturación superó las expectativas.
Su verdadero aliado fue poder llegar con el ecommerce a todo el interior del país e implementar los derechos del consumidor para el tipo de venta online logrando con ello poder generar una confianza absoluta en quienes no estaban acostumbrados a esta modalidad de compra.
Su objetivo a futuro es seguir generando esa confianza con el cliente y poder crecer cada vez más. Hoy en día cuentan con envíos gratuitos a todo el país.
Admite Lía Protto que la clave de todo fue definitivamente la tenacidad de su equipo y el proceso de readaptación en tan corto plazo que se vio reflejado en el éxito despampanante que tuvo Tentroya durante la pandemia. Algo que sorprende pero que a la vez es esa tenacidad lo que caracteriza a todo emprendedor argentino.