por Sneha Saigal* – Entrepreneurs Handbook
Puede ser abrumador, especialmente si es la primera vez que te adentras en el mundo de las startups.
Cuando empecé mi startup, tenía una serie de parámetros que, sin saberlo, ideé gracias a los medios de comunicación populares, otros fundadores de mi círculo, familiares, amigos, etcétera.
Mi definición de «éxito» incluía recaudar X fondos, obtener Y beneficios y aparecer en Z medios de comunicación.
Pronto surgió la realidad y me encontré nadando en la duda.
Es difícil explicar a nadie lo emocionante, solitario, frustrante, confuso, embarazoso, doloroso, excitante, ansioso, estresante, etc., que puede ser tener una idea o un producto en el mercado y luchar por vender.
Vender a los clientes.
Vender a inversores.
Vender a mentores.
Vender a asesores.
Vender a aceleradoras.
Vender a empleados.
Vende a tus colegas.
Vender, vender, vender.
Nunca imaginé que las ventas serían un motor clave para el crecimiento de Geeks & Experts. Tuve que cambiar mi mentalidad y ponerme a trabajar donde más importaba: desaprender todo lo que creía saber sobre ser fundador.
Estas tres mentalidades son cruciales para el viaje de cualquier startup:
1. Convertirse en cliente
Antes, me acobardaba ante la idea de las ventas y era consciente de la autopromoción.
Pero las ventas no son el valor transaccional de obtener dinero por un producto o servicio. Tampoco es presumir de tu producto o servicio.
A menudo, las ventas comienzan incluso antes de crear el producto.
Una vez que has identificado el problema que estás resolviendo, especialmente si estás vendiendo directamente a los consumidores, tus ventas comienzan con lo que estás haciendo por ellos, no con lo que es tu producto.
Comprender los puntos de dolor del cliente es clave. Y comprender sus puntos de dolor solo es posible elaborando el problema con precisión.
Puede que ganes si eres capaz de definir la solución que ofreces.
Pero ganarás si comercializas el problema que estás resolviendo con tu startup.
2. Crear una historia atractiva
Tu distribución se construye en torno a la historia que cuentas a sus interlocutores. Cuanto más te acerques a tus clientes, mejores soluciones podrás desarrollar.
En las primeras fases, resolver el problema de una sola persona es una victoria.
Empieza por el problema más pequeño que pueda resolver.
Adopta canales de marketing para asegurarte de que tu solución atrapa a un usuario en múltiples puntos de contacto, de modo que tengas más oportunidades de interactuar con él, ya sea a través de Twitter, LinkedIn, Medium, Reddit o TikTok.
Empezar con un micronicho te da una ventaja injusta. Te hace destacar en lo que haces. Este micronicho puede ampliarse a diferentes audiencias una vez que te hayas centrado en un cliente ideal.
Los individuos piensan individualmente, pero las personas piensan colectivamente. Y lo que la gente hace es diferente de lo que dice que va a hacer. Observa atentamente.
Si estás resolviendo para todo el mundo, no estás resolviendo para nadie.
3. Sé un amante (selectivo) de los datos
En lugar de perseguir métricas de vanidad como listas de espera, inscripciones, seguidores y páginas vistas, selecciona y modifica cuidadosamente las métricas y los KPI que necesitas evaluar para jugar al juego infinito.
Conviértelo en una persecución para aprender. Es un maratón, no un sprint.
No subestimes el poder de los pioneros; lo son por algo.
Si te has llevado algún comentario genuino de tus primeros usuarios, tienes una gran fuente de aprendizaje.
Por último, utiliza los datos para guiarte y planificar tu próximo pivote basándote en la visión global de hacia dónde quieres ir.
Busca las lecciones y no las pérdidas; verás cada oportunidad como una oportunidad para hacer una pausa, evaluar, iterar, adaptar y avanzar en tu viaje.
El camino hacia el dinero rápido o el éxito de la noche a la mañana es difícil, y si alguien te lo dice, te está mintiendo. No lo hagas más difícil persiguiendo las métricas equivocadas.
Emprender es una decisión vital difícil de tomar. Pero puede ser extrañamente gratificante, dependiendo de cómo lo veas y de lo que saques de ello.
Nada lo resume mejor que esta cita de «Do More, Faster» de Brad Feld y David G. Cohen: