Como siempre, Tom Peters, el ya legendario especialista en management, no duda en responder a la pregunta silenciosa de todos los hombres de negocios que tienen que tomar decisiones: qué hacer para capear la crisis desatada en 2008 que, como la tristeza, nadie sabe cuándo llegará a su fin.
“Constantemente me piden estrategias, recetas, para sobrevivir a la recesión… éstas son algunas de las ideas que dan vuelta por mi cabeza.” Así,
informalmente, y casi renegando de su fama de hombre informado del que se espera una lista original y sofisticada de recomendaciones, Peters
presenta en su sitio de Internet un documento con “44 ‘secretos’ y ‘estrategias inteligentes’ para lidiar con la recesión 2008-XXXX”.
Mezcla de sentido común, pasión emprendedora, experiencia, creatividad y saber de management, sus recomendaciones no sólo son eficaces: también invitan a la introspección y al compromiso.
En cierta medida, desagregan uno de los consejos recientes de Jack Welch a raíz de la hecatombe global: “Busque en su interior, con absoluta sinceridad, qué quiere ser, adónde quiere llegar, decídase y comunique su intención con la pasión más absoluta”. A continuación, algunas de sus
sugerencias.
- Llegue más temprano, váyase más tarde, trabaje mucho. Y ofrézcase a hacer más.
- Siempre demuestre una actitud positiva en el trabajo. Y si flaquea, que no se note. Antes de salir por las mañanas, practique frente al espejo.
- Cuídese e inste a los demás a hacerlo. Del bienestar físico depende el mental; y la respuesta al estrés.
- Renueve el significado de la idea —y de la práctica— del “management visible”.
- Aparte del camino la basura que va cayendo para evitar que se acumule.
- Trate de olvidar “aquellos viejos tiempos de bonanza”. La nostalgia es autodestructiva.
- Permítase consolarse pensando que, “como todo, ya pasará”; pero no olvide que tal vez pase mucho tiempo antes de que eso ocurra, así que dedíquese a hacer lo más que pueda con lo que tiene a su alcance.
- Use el teléfono. Manténgase en contacto con todos.
- Rompa la rutina. Invente excusas para cambiar (eso evita la depresión y renueva la perspectiva).
- Simplifique al máximo.
- Preste atención a los detalles. Una vez más. Y otra.
- Mantenga el cielo como límite y no resigne, por ningún concepto, los estándares de excelencia por los que siempre midió el desempeño de cada área de su empresa.
- Convierta en su obsesión responder hasta al más pequeño de los problemas.
- Encuentre la forma de rodearse de personas jóvenes y manténgalas siempre cerca —son menos proclives a unirse al bando de los que creen que “el cielo se está cayendo”.
- Aprenda nuevos trucos de su negocio o su industria.
- No se permita pensar que la actual situación es algo por lo que “simplemente hay que pasar”. Es un examen final. La materia: carácter.
- Teja redes sin parar. Dentro de la compañía, ocúpese de conocer bien a los que“hacen el trabajo”. Fuera de la compañía, también.
- Agradezca a los demás si las cosas salen bien. Asuma usted la responsabilidad si algo malo sucede.
- No disfrace la realidad ni esconda la verdad. Los seres humanos son extraordinariamente resilientes. Lo que mata es el rumor.
- Haga de los pequeños éxitos grandes victorias. Y no olvide celebrarlas.
- Sacúdase las pérdidas de los hombros (aunque le duela el estómago), vuelva al camino e inténtelo de nuevo.
- Evite a las personas con actitud negativa. Contaminan el ambiente.
- Duplique, triplique los esfuerzos para “calzarse los zapatos del cliente” (especialmente si no le gustan).
- Cuide las formas —y perdone los malos modales de los otros a la luz de las presiones que soportan.
- Olvídese del juego de las culpas en cuanto llega a la oficina.
- Transfórmese en un modelo de responsabilidad personal.
- Y rece…
© Gestión/Tom Peters
Como siempre Marcelo.
Felicidades. Hector
Gracias Hector
Como siempre. Muy bueno.
Felicidades. Hector
Me gustaria poder disponer de algun art referente al liderazgo en momentos de crisis
gracias
Pablo, en el sitio, en las seccionde Tips y Liderazgo tenes articulos sobre liderazgo en crisis