Se ha hablado mucho de las diferentes formas de liderazgo que existen y que una persona puede desarrollar para explotar su potencial personal y el de las personas de su equipo, pero a decir del autor del libro “Greater Than Yourself”, Steve Farber, hay un tipo de «liderazgo extremo» que se da en situaciones límite y que lleva a las personas a dar más de lo que creen posible y a romper sus miedos. Algo como lo que hicieron los sobrevivientes del Accidente de los Andes en 1972.
Hace unos años tuve la oportunidad de asistir a una conferencia dada por Carlitos Páez, sobreviviente del accidente. Recordé este incidente porque este 13 de octubre se cumplen 43 años de que el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se perdiera en una de las cordilleras más inhóspitas del mundo.
En aquella charla, por Carlitos Paez narró cómo un avión con 40 pasajeros relacionados con un equipo de rugby y cinco tripulantes, se estrelló en la cordillera de los Andes entre los límites entre Chile y Argentina. Los sobrevivientes del accidente se mantuvieron con vida por 72 días después de que se cancelara la misión de rescate. Fue gracias a que dos de sus miembros, Nando Parrado y Roberto Canessa, cruzaron la cordillera que al final pudieron ser salvados.
De acuerdo con Maze, empresa de coaching para equipos de trabajo, asevera que una situación extrema es aquella en la que la toma de decisiones críticas que podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. Por su parte Farber explica en su libro que el liderazgo extremo las personas desarrollen características de liderazgo que es muy difícil forjar en una situación normal.
Muchos de nosotros hemos visto la película “Viven” y nos fascinan las historias de supervivencia en condiciones extremas como la de los 33 mineros chilenos atrapados en el derrumbe de la mina de San José en 2012, la odisea de Sir Ernest Shackleton y sus 27 hombres durante dos años en el Polo Sur y por supuesto, la travesía de los jóvenes atrapado s en el frío de las montañas andinas.
Quisiera compartirte algunas de las lecciones de liderazgo que saqué de la experiencia de Carlitos Páez y que pueden serte útiles al forjar tu primer equipo de trabajo.
1. Pon a tu gente en primer lugar: debes recordar que por ser jefe, debes ser el primero en servir.
Desde los Andes: durante la odisea, el capitán del equipo de rugby, Marcelo Pérez, tomó la responsabilidad de los sobrevivientes y empezó a organizar el racionamiento de la comida y las labores necesarias para mantenerse con vida. Cabe destacar que en ese momento, Pérez no tenía más de 25 años.
2. Ser flexible con las tácticas: es posible que tu equipo tenga un objetivo del que no se puede despegar, pero recuerda que no existe solo un camino para lograrlo.
Desde los Andes: aunque el motivo de supervivencia era primordial para los sobrevivientes de los Andes, los jóvenes tuvieron que tomar decisiones que sabían serían difíciles de interpretar para el mundo exterior, como optar desesperadamente por comer carne humana para subsistir.
“La nuestra, es una historia donde desafiamos el ‘No’. La negativa la tuvimos cuando el avión se cayó; cuando cancelaron la búsqueda empezamos a plantearnos la manera de rescatarnos a nosotros mismos y luego cuando la avalancha nos dio el último de los golpes, nos reusamos a morir”, aseguró Páez en su conferencia.
3. Elige a tu gente con cuidado: es indispensable escoger a las personas indicadas para los trabajos correctos.
Desde los Andes: los miembros del equipo de rugby eran muchachos universitarios que atendían diferentes carreras, de suerte que cada uno empezó a ayudar como podía tras la tragedia. Se dividieron en dos equipos: los Expedicionarios, que buscaban rutas de salida, y los Trabajadores, que eran los que se encargaban de la supervivencia diaria.
“Había tres estudiantes de primer semestre de medicina y ellos asumen su papel como médicos y lo hacen de tal manera que se empiezan a convencer que son doctores de verdad. Roy Harley iba en el primer año de ingeniería y él fue el que armó la antena para escuchar el radio”, indicó el conferencista.
4. Mantén el optimismo frente a la adversidad: es indispensable mantener vivo el espíritu de tu equipo en los momentos de crisis para evitar el derrotismo.
Desde los Andes: “Antes del día 10 estábamos en actitud de espera, pero cuando avisaron que cancelarían la búsqueda, mi amigo Gustavo Nicolich me dijo: ‘Te tengo una buena noticia, ya no nos buscan. Eso quiere decir que ahora dependemos de nosotros y no de los de fuera para vivir’”.
5. Predica con el ejemplo: se trata de saber que lo que le pides a tu equipo es lo mismo que tendrás que entregar tú, sin importar tu rango.
Desde los Andes: la historia de los uruguayos es considerado un gran milagro por los grandes sacrificios que los jóvenes tuvieron que hacer por igual, sin importar su historia o condición social.
“La gran palabra de nuestra historia es ‘Actitud’, cuando dejamos de sobrevivir y esperar un rescate, empezamos a vivir. Cuando se toma una decisión, por difícil que sea, se abre una oportunidad”, aseveró Páez.
Martha Elena Violante
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