Como líder de tu empresa o negocio debes enviar el mensaje correcto a tus empleados, socios, clientes y colegas.
Todas estas personas esperan que prediques con el ejemplo. Puedes pensar que tu trabajo habla por sí mismo, pero tu imagen y conducta no tiene porqué transmitir siempre lo que esperas. Usa estos 5 consejos para asegurarte de que tus intenciones son reflejadas por tus acciones:
1. Llega temprano
En el liderazgo es fundamental eliminar la premisa de “haz lo que digo, no lo que hago”. Si normalmente vas a la oficina tarde, tus empleados podrían asumir que ellos también pueden hacer lo mismo.
Si exiges a tus empleados que estén a una hora específica en la oficina, tu labor como líder es llegar a la misma hora o incluso antes. Ser tú quien los reciba en la oficina, y no que sean ellos los que te vean entrar.
La actitud frente al trabajo de tus empleados está fuertemente influenciada por tus acciones. Ejemplifica los ideales y características que te gustaría ver en ellos cada mañana cuando van al trabajo.
2. Ten en cuenta la apariencia
Lo que llevas puesto es tu método personalizado no verbal de presentación al mundo. El modo en que te vistes y llevas puesta la ropa puede comunicar a los demás que eres competente, organizad@, concienciad@ o poderos@, entre otras cosas.
3. Comparte el éxito
“Si quieres llegar rápido camina sólo, si quieres llegar lejos ve acompañado”
Un empresario solitario es muy difícil que tenga éxito algún día. Perderás rápidamente el respeto de tus empleados y compañeros de trabajo si te niegas a compartir el escenario con ellos. Cuando repartes con ellos el éxito y los duchas de elogios realmente los estás motivando a que den de sí su mayor esfuerzo. No seas temeros@ de repartir el pastel, en un futuro este pastel se te devolverá mucho más grande y más bueno.
4. Encarna la marca de tu empresa
¿Es tu marca comercial congruente con tu marca personal? Actualiza regularmente tu blog, sitio web y tus perfiles de redes sociales para asegurarte que reflejan de forma positiva de qué trata tu negocio e idea empresarial. Una vez hecho, asegúrate que tú y tus empleados seguís cumpliendo con la promesa de la filosofía de tu empresa.
5. Perfecciona tus habilidades de escucha
Necesitas escuchar para aprender. Esfuérzate por ser un mejor oyente. Si estás tentad@ a mirar tu móvil cada vez que suena o vibra, apágalo o déjalo en tu despacho. Evita interrumpir cuando alguien habla.
Escucha activamente y haz preguntas cuando sean pertinentes. Transmite a tus empleados que han de seguir tu ejemplo. Después de todo, la cortesía y buenos modales nunca pasan de moda.
Andrea Médez Mollá – Euroresidentes