En un momento donde todos se preguntan si sigue habiendo innovación para desarrollar nuevos productos y servicios aparecieron en el horizonte las fintech, como la gran tendencia a seguir.
Un movimiento donde un montón de pequeñas empresas quieren cambiar la forma en la que entendemos los servicios financieros utilizando la tecnología.
En estos momentos la gran pregunta que hay en el ecosistema emprendedor tiene que ver con los nichos de mercado y si todavía hay margen para la innovación y el desarrollo de nuevos servicios y productos. Bien, pueden estar tranquilos todos los emprendedores porque lo hay.
Por ejemplo, una de las últimas tendencias en la búsqueda de esos mercados ha traído consigo el nacimiento del ‘fintech’. A ‘grosso modo’ se explicaría como el desarrollo de servicios financieros basados en innovación tecnológica.
Como ya no existen rigores académicos ni formales para definir gran parte del desarrollo empresarial, sobre todo el más ligado con las ‘startups’, para tener una definición más certera sobre lo que es el ‘fintech’ y cuál será su impacto dentro del engranaje emprendedor, vayamos primero a la raíz.
Qué es una fintech
‘Fintech’ sería la suma de ‘financial’ y ‘technology’. Con esa base etimológica de escaso rigor contarían las prácticas financieras que tienen una extrema dependencia de la tecnología. Ahora bien, como es un término que empieza a llegar poco a poco, hay quienes lo ven de una manera y otros, lógicamente, de otra. Por ejemplo, unos denominan al ‘fintech’ como “compañías tecnológicas que ofrecen servicios financieros al margen de las grandes compañías tradicionales”.
No obstante, en su amplitud debería definirse como “las empresas que prestan servicios financieros a través de la tecnología”. ¿Y qué servicios? Aquí es donde entra en juego la creatividad del emprendedor y su visión sobre qué necesita el mercado.
Qué servicios brinda una fintech
Pagos y transacciones, banca ‘online’, negociación de mercados, gestión de materias primas, financiación colectiva, desarrollo de sistemas de seguridad financiera, asesoramiento ‘online’, monederos digitales… Las posibles combinaciones para desarrollar y crear una ‘startup’ que se denomine ‘fintech’ son tantas como las que hemos podido ver, o como las que imagine quien se lanza a la aventura. Todo en el entorno de páginas ‘webs’, ‘apps’ móviles, o con gestión más tradicional pero dentro de entornos tecnológicos.
El futuro de las fintech
Una vez situado el término dentro de su contexto, cabe preguntarse por qué será una tendencia en este 2018, y seguramente en los años venideros. Pues bien, la respuesta parece obvia si atendemos a la actual estructura del sistema financiero: grandes compañías que a veces no son todo lo ágiles que los ciudadanos demandan, y sobre todo, relacionado con la innovación de áreas, como puede ser la gestión móvil, donde se mueven todavía más despacio si cabe.
Por lo tanto, una de las primeras vías de éxito para quienes decidan emprender basando su negocio en el ‘fintech’, es precisamente el desarrollo de servicios que compitan contra las entidades financieras tradicionales, pero que a su vez se lo puedan vender más tarde.
Asimismo, el escaparate también está disponible para las empresas que son clientes de las compañías financieras y pueden ver oportunidades de negocio para su propia gestión. Y no solo los “grandes”, la banca más pequeña puede ver oportunidades en los servicios creados por estas startups, y que quieran añadir a su cartera de servicios.
Por último, y no menos importante, todo el negocio creado para la ciudadanía y los nuevos hábitos de vida pueden provocar la autogestión económica a pequeña escala, y que por lo tanto no haya miedo a refugiarse en estas empresas ‘fintech’ para llevar la gestión personal.