El Open Banking o banca abierta, se presenta como la gran oportunidad para las entidades financieras tradicionales, desarrolladores fintech o prestamistas.
El sector financiero es uno de los que ha puesto a prueba la eficacia de sus procesos operativos y que ha tenido dificultades para cumplir objetivos como la colocación de préstamos, según la consultora Ernst & Young (EY).
Por su parte, PwC asegura que los bancos están presionados por integrar pagos y servicios digitales; servicios en los que las fintech serán indispensables.
Bajo este panorama, el Open Banking o banca abierta, se presenta como la gran oportunidad para las entidades financieras tradicionales, desarrolladores fintech o prestamistas, ya que les permitirá la creación acelerada de servicios financieros innovadores que brinde beneficios a los clientes actuales, genere fidelidad y confianza entre ellos y atraiga nuevos usuarios.
Pablo Viguera, cofundador de una fintech mexicana, señala que la pandemia acelerará la transición hacia la digitalización en todos los sectores, sobre todo, en aquellos donde no se ha progresado en los últimos años, como la banca y servicios financieros. Un ejemplo claro de esto es la apertura de una cuenta bancaria que aún depende de lo presencial, pero que por la necesidad de preservar la salud, deberá transitar al ámbito completamente digital en la “nueva normalidad”.
Este fenómeno será generalizado y conllevará a una profunda pero positiva transformación. “En crisis anteriores vividas en países de Europa y EE.UU., los bancos se adaptaron a una nueva realidad y vieron surgir a su competencia: las fintech, en todas las verticales donde operaban. Toca el turno en Latinoamérica, de un impacto profundo en la banca con el Open Banking, generado por cambios estructurales en los últimos años, pero acelerado por esta pandemia.” .
La premisa del Open Banking se basa en que los clientes bancarios son dueños de sus datos y los usan a su favor para acceder a servicios bancarios y financieros adaptados a sus necesidades y perfiles. Ellos demandarán más este tipo de servicios digitales en la época post Covid-19 y así, estimularán a las fintech a trabajar más sobre plataformas de banca abierta.
Otra de las ventajas del Open Banking en la llamada “nueva normalidad”, para satisfacer la demanda de los usuarios en los servicios financieros, es que esta tecnología apoya los procesos de onboarding digital en que se requiera información de un usuario, para acceder a determinados productos o información financiera. En estos procesos, las plataformas de APIs son el mecanismo perfecto para construir flujos innovadores basados en el intercambio de datos, sin requerir presencia física o contacto de persona a persona.
De acuerdo con el último reporte de Juniper Research, el número total de usuarios de Open Banking se duplicará entre 2019 y 2021, llegando a 40 millones, y además sostiene que ahora más que nunca, la emergencia sanitaria aumentará la necesidad de que los consumidores agreguen cuentas y obtengan información sobre su salud financiera.
Usos bancarios de las APIs para Open Banking:
Finanzas Personales: Ofrece conectar cuentas bancarias de usuarios en un solo lugar, mediante la consolidación de cuentas. Estas aplicaciones brindan mejores análisis de gastos y recomendaciones proactivas.
Neobank/Wallets: Sirve para crear herramientas internas de administración de finanzas personales para los usuarios y autenticar y validar instantáneamente al propietario de cualquier cuenta, para agilizar los procesos de Know Your Customer (KYC) de manera segura.
Créditos: Ayuda a crear experiencias innovadoras y seguras para los empresas crediticias – mejorando conversiones y rentabilidad en la emisión de créditos, evitar el fraude y mejorar el scoring.
Contabilidad y ERP: Reduce errores manuales y costes, a través de contabilidad automatizada, administración de gastos simplificada y facturación más fluida.
En conclusión, el Open Banking es una gran oportunidad para capitalizar sus avances de transformación digital e introducir servicios innovadores habilitados por plataformas de APIs, para poder contrarrestar los efectos de Covid-19 ante la “nueva normalidad”.