Arcor, el mayor fabricante global de caramelos y holding cordobés del segmento alimenticio, quiere vincularse con la Selección Nacional de fútbol. En la cuenta regresiva para el comienzo de Alemania 2006, la joya de la familia Pagani tiene interés en adquirir una licencia para comercializar las golosinas oficiales de la Selección o, al menos, realizar promociones que relacionen a sus actuales productos con la imagen del bautizado "equipo de todos" durante la próxima Copa del Mundo.
Oriunda de Arroyito, Córdoba, Arcor es uno de los mayores grupos de capital nacional. Productor de golosinas, galletitas, helados y, ahora, conservas, sus ingresos crecieron 37% en 2005, hasta rondar los 1.300 millones de dólares. Dueña de marcas como Butter Toffees, Bon o Bon, Top Line, Merengadas, Sonrisas, Traviata, Rex y Águila, con la reciente compra de Benvenuto Hermanos –operación que demandó US$ 40 millones– sumó las etiquetas de La Campagnola.
Voceros de la empresa reconocen la existencia de las gestiones, aunque aclaran que se trata de charlas preliminares, en la que sólo se esbozaron ideas, sin definir proyecto alguno. Fuentes de PuntoGol, el agente comercial de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se excusaron de hacer comentarios.
Al margen de su contrato con Adidas, que le reportará US$ 7 millones anuales hasta 2010, este año la AFA embolsará $ 25 millones por su programa de patrocinios. En noviembre, con la incorporación del Banco Nación, completó su grilla de sponsors, que también integran Coca-Cola, Carrefour, CTI, MasterCard, Quilmes e YPF. El precio de pertenecer a la "hinchada oficial" de la Selección ronda los 3 millones de pesos por año. En tanto, acceder a la categoría de proveedores, en la que se anotan Volkswagen y Villavicencio, cuesta un millón, en promedio. En febrero, se sumó Fibertel y, quince días atrás, acordó su ingreso Sanyo.
Si bien PuntoGol también ambiciona tener ocho empresas en esta lista, no aspira a concretarlo este año. Por esa razón, Arcor no entraría en esta categoría. "Además, es una empresa cuyas campañas de marketing no son corporativas, sino por marcas", explica un analista, y subraya que ninguna de sus etiquetas aún goza de un peso específico propio como para justificar un desembolso que supere la adquisición de una licencia, o la inversión en alguna acción o promoción con el bicampeón del Mundo.
En tal sentido, la Selección tiene entre 20 y 30 licenciatarios, que producen desde termos –a esta altura, un ítem clásico en la lista de la fabricante Lumilagro–, artículos de blanquería, útiles escolares, merchandising tradicional, figuritas (licencia internacional en manos de la italiana Panini), juegos de mesa y videogames, entre otros.