La pasión por el fútbol no tiene precio. Pero viajar a Alemania sí, y qué precio, sobre todo para los argentinos devaluados. Un paquete que incluya viaje, estadía y una entrada para un solo partido no baja de los diez mil pesos. Hoy, a poco más de un mes para que comience a rodar la pelota en el Mundial, un pasaje de ida y vuelta en avión a tierras germanas cuesta alrededor de 1600 dólares, unos 4900 pesos. Además, las entradas para ver un partido de la Selección nacional, ya casi imposibles de conseguir de manera oficial y también difíciles de adquirir mediante reventa, arrancan en 600 dólares para un partido de la primera ronda y aumentan a medida que avanza en el torneo. En cuanto al hospedaje, los precios tampoco son alentadores: el combo más económico para una estadía de siete días y seis noches en Alemania está valuado en €1150 (poco más de 4300 pesos), con servicios como desayuno y traslados al estadio.
Todos estos cálculos, además, están hechos sin tener en cuenta la comida ni los viajes en Alemania más allá de los traslados a la cancha. Ni hablar de salir por las noches a festejar una victoria o ahogar en una cervecita las penas de una derrota. Los souvenirs y el merchandising tampoco está incluídos, claro. Y mucho menos los paseos turísticos que cualquiera desearía hacer en el Viejo Continente.
Fuente: Infobae