Los jugadores alemanes ganaron ante Argentina algo más que un partido. Cada futbolista recibvió un premio de 100.000 euros, una cifra jamás pagada a estas alturas de una gran competición y que incluso se triplicará en caso de que acaben conquistando el título.
Los premios acordados entre el equipo y la Federación se multiplican ronda tras ronda e implicaban un gran riesgo, ya que si la selección era eliminada en la primera ronda, los jugadores se hubieran ido con las manos vacías. En México’86, los internacionales alemanes ganaron 51.100 tras perder la final ante Argentina; y en Corea y Japón recibieron 92.000 euros.