De acuerdo con el 60% de las organizaciones globales, los niveles de riesgo político a nivel mundial se han incrementado desde el año pasado, y, en consecuencia, casi el 70% de las empresas redujo sus operaciones en un país, como resultado de preocupaciones o pérdidas.
El estudio revela que las implicaciones de riesgo político de las crisis económicas de los mercados emergentes están aumentando, lo que refleja la reacción del mercado ante un estallido en los países emergentes, especialmente en Turquía y Argentina.
En su Political Risk Survey, Willis Towers Watson y Oxford Analytica realizaron entrevistas con ejecutivos senior de 40 firmas líderes mundiales de diferentes sectores de la industria para determinar su respuesta a la continua volatilidad política global. “De nuestros hallazgos se desprende claramente que el riesgo político ha aumentado significativamente, convirtiéndose ahora en un costo recurrente y significativo de hacer negocios”, afirmó Paul Davidson, presidente y director ejecutivo de Willis Towers Watson Financial Solutions.
Y añadió que “si estos niveles permanecen elevados, las compañías caerán bajo la creciente presión de los accionistas por mayores niveles de transparencia en torno a las pérdidas realmente incurridas. Las empresas necesitarán la capacidad de monitorear, cuantificar y administrar estos riesgos, así como desarrollar estrategias para mitigarlos”.
Otras conclusiones importantes son que la pérdida relacionada con el riesgo político reportada con mayor frecuencia fue la transferencia de divisas, que afectó a casi el 60% de las personas que la experimentaron, seguida de la violencia política (48%) y embargos de importación/exportación (40%). También que las amenazas geopolíticas clave fueron vistas como la política de sanciones de los Estados Unidos, las crisis de los mercados emergentes, el proteccionismo/guerras comerciales, y el populismo y nacionalismo.
Si bien Rusia y Vietnam fueron citados con mayor frecuencia como países donde ocurrieron pérdidas, éstas también se reconocieron en África, Asia Pacífico, Europa, América Latina y Medio Oriente.
Las compañías más grandes tenían más probabilidades de reportar el uso de estrategias de evasión: entre las empresas con más de mil millones de dólares en ingresos, el 82% declaró que había reducido las inversiones, y el 86% había evitado las inversiones futuras. Las organizaciones informaron, con mayor frecuencia, la reducción de las inversiones en Irán, Nigeria, Rusia y Venezuela. Por último, más del 70% señaló que se había frenado de la inversión planificada como resultado directo de preocupaciones de riesgo político.