La Cámara de Apelaciones de Nueva York ratificó la decisión de primera instancia del Juez Thomas Griesa, permitiendo que Argentina cancele sus obligaciones con los tenedores de bonos en default (holdouts), y normalice su situación financiera internacional.
Muchas empresas pyme en Argentina aún consideran que este tema no les afecta, o no tienen claro en qué grado les impacta.
Aunque a nuestros lectores de otros países les resulte una locura, hoy en día cualquier pyme argentina se financia (por ejemplo, descontando cheques) a una tasa anual del 38% en pesos.
Esta tasa surge implícita de la tasa de referencia que paga el Banco Central emitiendo letras para tomar deuda en pesos del mercado interno (Lebacs).
Ocurre no solo porque las expectativas de inflación anual proyectada rondan ese porcentaje, sino también porque Argentina no tiene forma de tomar deuda en el mercado externo, y si la tiene, su calificación crediticia es tan mala que debe pagar tasas en dólares cercanas al 9% de interés anual. Esta tasa es el doble de la que paga cualquier otro país de la región.
El siguiente es el mapa mundial de calificación de riesgo crediticio, según Standard & Poors.
En color azul (cuanto más azul mejor) están los países con mejor calificación de riesgo. Nótese que USA está en un segundo renglón, aún por debajo de Canadá, los Países Nórdicos, y Australia.
A medida que empeoramos el riesgo (y su consecuente aumento de las tasas de interés) , vamos pasando hacia el celeste, amarillo, naranja, y rojo.
Nosotros somos rojo furioso (default) al igual que otros países como Costa de Marfil, Sierra Leona, Tanzania, Paquistán, o algunos ex URSS.
Si Argentina normaliza su situación, puede volver a los mercados internacionales de crédito tomando deuda a una tasa no superior al 5%
De esta forma puede dejar de aplicar gastos corrientes para financiar obras de infraestructura, por ejemplo, cosa que, como en cualquier empresa, hace cualquier país normal.
Pero a mi Pyme, ¿en qué la beneficia?
Si el Tesoro toma crédito externo (hasta cierto límite) , se independiza del financiamiento del Banco Central, por lo que éste deja de emitir pesos y Lebacs, baja la inflación, y por ende la tasa de interés.
Con lo cual no es decabellado pensar que, en el corto plazo, su pyme se podrá estar financiando a la mitad de la tasa que hoy paga. Y a largo plazo, podría volver el crédito a tasa no mayor a un dígito (ahí hacemos una fiesta para celebrar).
En ocasiones, los empresarios pyme y las micro empresas tenemos una desconexión entre lo que pasa en la economía de un país y en cómo nos impacta.
Aquí hay una buena notica para ser optimistas.
Federico Mondelo. Especialista en Dirección y Gestión de Empresas