John Edelman, un ex empresario independiente, sigue el consejo de Warren Buffett y está invirtiendo en lo que conoce: mobiliario hogareño.
“Me siento mucho más seguro haciendo esto que comprando acciones al azar”, señaló Edelman, de Ridgefield, estado de Connecticut. El ex empresario vendió su negocio de distribución de cuero de alta calidad por 67 millones de dólares en octubre de 2007 y el año pasado empezó a invertir directamente en tres compañías de mobiliario hogareño que se hallaban escasas de efectivo.
“Los pequeños inversores pueden tener más poder ahora porque están comprando a menores valores y sus dólares llegan más lejos”. La posibilidad de rendimientos anuales medios de hasta 25 por ciento está atrayendo a algunos inversores que ponen dinero en empresas deficitarias no cotizadas e incapaces de acceder a las fuentes tradicionales de capital, según Mark Hancock, director gerente sénior de la neoyorquina Tiedemann Wealth Mangement. Esto se debe a que algunos inversores se desilusionaron de los rendimientos de inversiones en renta variable y fija el año pasado, señaló.
“Muchos inversores ricos se retiraron en el momento oportuno, acumularon volúmenes significativos de efectivo y ahora quieren aplicar ese dinero en empresas deficitarias”, dijo Hancock, cuya firma asesora sobre activos por valor de 5.800 millones de dólares a familias e instituciones de alto patrimonio neto. El enfoque se pone en inversiones en sectores sobre los cuales las familias tienen conocimientos específicos, dijo Hancock. Y estima que de 10 a 15 por ciento de los 70 clientes de la firma están evaluando inversiones en empresas que conocen.
Los 2,7 millones de millonarios que hay en Estados Unidos y Canadá tenían 1,3 billones de dólares en efectivo en 2008, según datos de una encuesta publicada en junio por Capgemini SA y Merrill Lynch & Co. Los inversores pusieron 19.200 millones de dólares en 55.480 compañías el año pasado, según el Center for Venture Research de la Universidad de Nuevo Hampshire (UNH) en Durham.
La campaña del Gobierno de Estados Unidos, incluida una iniciativa anunciada ayer por el presidente Barack Obama, para facilitar los préstamos a pequeñas empresas no es factible y algunas empresas tienen dificultades para acceder al capital de los bancos a causa de la debilidad de sus balances generales, dijo en una entrevista Sam Graves, republicano de Missouri y decano de la minoría en la Comisión de Pequeñas Empresas de la Cámara de Representantes. Eso significa que los inversores individuales pueden participar suministrando fondos, dijo Graves.
Ochenta por ciento de las compañías estadounidenses con menos de 500 empleados dicen que el acceso al capital fue un problema importante, frente a 67 por ciento un año antes, según una encuesta de julio entre 300 firmas que realizó la National Small Business Association, un grupo del sector con más de 150.000 miembros y con sede en Washington.
Los inversores interesados en poner dinero en negocios deficitarios pueden prestarlo directamente a las empresas o comprar acciones, indicó Darell Krasnoff, director gerente de Bel Air Investment Advisors en Los Ángeles, que asesora a clientes con al menos 20 millones de dólares en activos invertibles. También pueden formar sociedades limitadas, que reúnen fondos de varios inversores y pueden gestionarse profesionalmente, agregó Krasnoff, entre los clientes de cuya firma se hallan Lee Iacocca y Barbra Streisand.
Invertir directamente en empresas necesitadas de efectivo es algo apropiado para inversores sofisticados con al menos 500.000 dólares de capital y que tienen experiencia en el sector, indicó Joseph Massoud, máximo responsable de Compass Diversified Holdings, de Westport, estado de Connecticut, dueña de compañías de manufactura, distribución y servicios a empresas.
“Como dice Buffett, invierte en lo que conoces”, señaló Massoud refiriéndose al jefe ejecutivo de Berkshire Hathaway Inc., que ha supervisado adquisiciones por valor de más de 50.000 millones de dólares, desde compañías de seguros y helados a centrales eléctricas y arrendamiento de aviones para ejecutivos.
La recompensa del inversor puede vincularse con el éxito de la compañía, ya sea mediante una oferta pública inicial, una mejora en la explotación de la empresa, la venta del negocio a otra firma o el pago de dividendos, dijo Chris Hyzy, director de inversiones en Nueva York para U.S. Trust.
Las inversiones ilíquidas, que retienen el efectivo por más de un año e incluyen inversiones deficitarias, deberían abarcar de 5 por ciento a 12,5 por ciento de la cartera de un inversor, según Arun Bharath, director de investigaciones en Bel Air Investment Advisors.
La inversión en compañías, no solo en aquellas que son deficitarias, ha rendido de 20 por ciento a 25 por ciento en promedio desde 2004, dijo Jeffrey Sohl, profesor de emprendimientos y director del Center for Venture Research en la UNH. Los rendimientos toman en cuenta compañías que han quebrado o han solicitado un concurso de acreedores, agregó.
Fuente: La República (Colombia)