A pesar de que otorga jugosos beneficios, la empresa batalla por retener a empleados competitivos; algunos ex colaboradores señalan que el tamaño de Google dificulta un mejor trato laboral.
Google es conocida por contratar a las mentes más brillantes de Silicon Valley, pero retener ese talento no es sencillo. La medida que tomó la compañía para subir la moral de sus empleados (un aumento salarial generalizado del 10%) ya le costó el empleo a alguien: el trabajador que filtró el comunicado.
El martes pasado el presidente de Google, Eric Schmidt, anunció el aumento salarial en un memo, una copia llegó a manos de Fortune; el memo también se filtró a Business Insider, que dio la primicia. CNNMoney se enteró que, horas después, Google notificó a su personal que había despedido al ‘informador’.
En las últimas semanas Google ha perdido talentos clave, como Chad Hurley (cofundador de YouTube), Omar Hamoui (cofundador de AdMob) y Lars Rasmussen (creador de Google Maps y de Wave).
Tras su salida, Rasmussen dijo al diario Sydney Morning Herald que el creciente tamaño de Google entorpecía la capacidad de los empleados para cumplir cosas. La nómina de Google asciende a casi 25,000 empleados, mientras que Facebook (el nuevo destino de Rasmussen) apenas tiene 2,000.
Él no es el único que sale de Google para irse a Facebook. De los más de 1,900 empleados de Facebook con currículos publicados en LinkedIn, 300 (cerca del 15% del personal de la red social) trabajaron antes para Google.
El ‘intercambio’ llega hasta la cima: la número 2 de Facebook, Sheryl Sandberg, fue jefa de ventas y operaciones en Google; el actual director de tecnología de Facebook, Bret Taylor, era director de producto en Google.
Enfrentando pues tantas presiones externas e internas, el gigante de los buscadores decidió elevar los sueldos para retener a sus empleados y tenerlos contentos. En años recientes, en cambio, las compañías suelen bajar los salarios en lugar de subirlos.
Evitar la fuga
Google no es la única que tiene problemas para retener talento, Microsoft y Yahoo también han sufrido la migración hacia Facebook, según datos de LinkedIn. Del mismo modo Google ha sido parte beneficiada, contratando a muchos empleados de Microsoft, IBM y Yahoo.
«Eso siempre ha sido parte del Valley» indica Joel Achramowicz, analista de Blaylock Robert Van. «Todo mundo pierde personal a manos de otros. Es parte de la fertilización cruzada».
De acuerdo a los analistas, Google está sufriendo lo que sufren las compañías de Silicon Valley cuando dejan su estatus de nuevas y pasan al reino de las grandes empresas tecnológicas.
«Es el peligro del éxito. Cuando sólo arriesgas tu reputación y unos miles de dólares, puedes hacer muchas cosas, pero cuando estás jugando con fuentes de ingreso masivo, te vuelves más prudente. No quieres perder todo por lo que has trabajado» apunta Carl Howe, analista de Yankee Group.
La asfixia burocrática que Rasmussen citó al salir de Google ha sido un problema para la compañía desde hace tiempo. Ejemplo: la red social Dodgeball, adquirida por Google en 2005. Los fundadores de la empresa, frustrados por la falta de acción de Google, renunciaron dos años después. Hoy trabajan para Foursquare.
Toda gran compañía enfrenta esos mismos retos, si bien las soluciones se dan en diferentes formas. Google ha trabajado para reorganizar su estructura, creando equipos más pequeños para darles a sus empleados mayor autonomía. De allí que muchos productos de Google estén en versión beta, no todo necesita la aprobación de los jefes últimos.
La estrategia de Apple es muy diferente. Los empleados de la firma de la manzana compiten para que sus ideas avancen numerosas fases antes de convertirse en productos, perfeccionándose en cada etapa. Según los analistas, Steve Jobs es quien tiene la palabra final sobre todo, y muchas creaciones mueren en el camino.
Cada estrategia tiene sus pros y contras. Para algunos empleados de Google, el sistema es demasiado caótico, dificulta que las cosas se hagan, opina Howe. Por otro lado, los proyectos alocados como los autos robot sirven para levantar la moral, además de generar investigaciones interesantes. Inspiran a los ingenieros, y la compañía se convierte en un lugar para trabajar innovador y divertido.
Como muchos de los Goliat en Silicon Valley, Google está sentado en una montaña de dinero (más de 33,000 millones de dólares hasta hoy). Ese dinero no produce casi nada cuando se coloca en inversiones conservadoras, así que las compañías buscan otras formas de generar retornos. Algunas están recomprando acciones, otras están elevando o creando dividendos, y muchas están a la caza de adquisiciones.
A Google le gusta ir de caza, pero el reciente aumento salarial envía un enigmático mensaje: el gigante cree que el mejor lugar para invertir su dinero es en su personal existente.
Autor: David Goldman
Fuente: CNN Expansión