Ganó el premio Crunchie y también fue reconocido Mark Zuckerberg como mejor CEO
Los Crunchies, el equivalente a los Oscar de Silicon Valley y consagraron a Uber como mejor startup, empresa de nueva creación con base tecnológica, del año.
Desde hace nueve años, Techcrunch, un medio especializado en tecnología, celebra este galardón. A pesar de la constante broma, de la forma extravagante de la estatuilla, es habitual que todas las empresas que se han hecho con el galardón lo exhiban en el recibidor.
Apple fue objeto de mofa al presentar la categoría de mejor aparato del año y el galardón fue para Gear VR, las gafas desarrolladas por Oculus y Samsung para llevar la realidad virtual a un público amplio y con calidad.
El inversor de capital riesgo del año, llamados VC, por venture capitalist, que siguiendo la analogía del cine sería el equivalente a los productores, fue Bill Gurley, de la firma Benchmark. Se elogió su olfato y capacidad para saber esquivar la lluvia de dinero sin motivo y contrastar el fin de cada una de sus apuestas.
La mejor startup de nuevo cuño fue Honor, todavía con un número limitado de clientes, pero con un alto nivel de satisfacción. Su visión social ha ayudado sin duda a alzarse con el premio. Honor ofrece ayuda a domicilio para mayores y discapacitados desde una aplicación. Permite pedir ayuda para hacer la comida, moverse, ir al médico o, sencillamente, hacer un poco de compañía.
En esta misma línea, el premio al impacto social fue para Code.org, una organización sin ánimo de lucro que enseña a programar en diferentes lenguajes a través de una aplicación, cuya obsesión es que mujeres y estudiantes con escasa representación accedan a puestos de trabajo cualificados.
La polémica llegó casi al final de la ceremonia, con la elección de la mejor aplicación del año, Messenger, de Facebook. Cercana a los mil millones de usuarios activos, gran parte del público considero que, más que una elección, su descarga es una imposición por parte de Facebook.
Mark Zuckerberg fue escogido como mejor consejero delegado. Mientras que el logro del año fue a parar a SpaceX Falcon 9, uno de los cohetes de Elon Musk.