Revisa estos puntos para saber si tu idea de negocio es brillante o si está destinada al fracaso. Formas sencillas de validar tu modelo de negocio.
Poner a prueba las suposiciones iniciales es una de las tareas más importantes de cualquier startup. Sin embargo, los grupos de enfoque suelen ser costosos, las encuestas tienen tasas de respuesta muy bajas y, si te dedicas a sondear a la gente que conoces, lo más probable es que te den las respuestas que piensan que quieres escuchar.
Entonces, ¿cómo puede un empresario con pocos recursos obtener retroalimentación sobre un concepto que está gestando? Desde confirmar si realmente hay demanda para un producto hasta determinar cómo los usuarios prefieren recibirlo y cuánto pagarán por ello, existen algunas maneras de validar tu concepto y modelo de negocio… y ayudarte a definir una dirección correcta para el futuro.
Golpea el pavimento
Para algunos empresarios, tener un acercamiento directo con sus clientes puede ser de mucha utilidad. Por ejemplo, alguien que desarrolle un producto o servicio puede ir de puerta en puerta explicando qué es lo que hace y preguntando a los vecinos qué piensan al respecto. ¿La única inversión además del tiempo? Un poco de café y un par de botas. Sin duda, ésta es una buena alternativa a pagar miles de dólares en un estudio de mercado que ni siquiera sabes con certeza qué tan efectivo será.
Únete a un programa
Con las aceleradoras, las incubadoras y otros programas que continúan creciendo en popularidad, prácticamente cualquier empresario puede encontrar una iniciativa que le proporcione asesoría gratuita y le permita validar sus conjeturas.
Hoy día, prácticamente todas las ciudades cuentan con un programa para emprendedores. No son pocos los directores de empresas que se han inscrito a estas iniciativas para refinar sus ideas de negocios, pues les permiten conocer personas con amplia experiencia en el campo. Con frecuencia, estar en un programa así y recibir retroalimentación es ideal para saber si se está dispuesto a pagar para solucionar un determinado problema, y cuánto.
Encuentra un mentor
Sin duda, una de las mejores recomendaciones al iniciar un negocio es hallar un mentor que proporcione una guía y retroalimentación imparcial. Es fácil encontrar gente que te diga exactamente lo que quieres escuchar, pero muy difícil encontrar gente con experiencia que te respete y sea clara contigo. Amplía tu red de contactos para encontrar a la persona adecuada.
Rastrea contactos de tu industria
Quienes tienen una startup deberían buscar aportes de colegas de la industria, aunque no los hayan visto en mucho tiempo. Recuperar esos contactos podría permitirte crear tu propia red de colaboradores y clientes que te den retroalimentación transparente y te permitan darle forma a tu estrategia inicial. Todos tenemos amigos que dirán “eso es impresionante», pero valora a las personas que entienden los entresijos de la industria y que desafían tus ideas.
Pon a prueba la popularidad de tu idea
Lanza versiones inacabadas de tu producto o servicio para que los usuarios las prueben. Una táctica popular es crear una página web que ofrezca una prevista del producto y, con Google AdWords, monitorear los clics. Esos números pueden ayudarte a saber si tu propuesta resuena lo suficiente como para tomar el siguiente paso.
Ofrecer una vista previa de tu oferta es fundamental para obtener opiniones reales de los usuarios. Sin importar qué tan complejo sea lo que planees construir, resiste el impulso de perfeccionar hasta el último detalle antes de buscar retroalimentación. Recuerda: entre más temprano comienzas a recibirla, más tiempo tendrás de tomar la dirección correcta.
“Dímelo todo”
Algunas preguntas dirigidas a las personas adecuadas pueden proporcionarte información valiosa. Trate de preguntar a sus colegas, mentores y clientes potenciales lo siguiente:
1. ¿Pagarías por este producto o servicio? Si es así, ¿cuánto? Si no, ¿por qué no
2. ¿Qué otros productos o servicios que actualmente llenan esta necesidad para usted?
3. ¿Cómo modificarías o mejorarías esta idea?