Hace varios años una idea venía madurando en nosotros, nos encantan los autos y las libertades que nos ofrecen, pero nuestra arquitectura mental de ingenieros industriales (o ingenieros de procesos y optimización) confrontaba con estos aparentes beneficios. Sobre todo cuando nos encontrábamos atrapados en tráfico y nos dábamos cuenta de lo fácil que se pasa de la libertad al encarcelamiento vehicular severo. El colmo era ver que todos los autos a nuestro alrededor transportaban 1 persona en la mayoría de los casos (la agencia de protección ambiental estima un promedio general de 1,2 personas por auto).
De hecho, son pocas las cosas que diariamente contribuyen tanto al estrés, como la de estar atascado en tráfico sin poder hacer otra cosa que sufrir pensando cuándo llegaremos a destino. Podrás escuchar música, radio, hablar por teléfono (no recomendable) o incluso leer y dormir si no conducís. Pero, son sólo paliativos. No hay aliciente para este padecimiento. Si sos el conductor, y tu auto es manual (y no tenés intenciones de abandonar el auto como medio de transporte) tengo dos recomendaciones: 1. considerá comprar un auto con caja automática y que te prepare el desayuno, y 2. evaluá la posibilidad de hacer carpooling (compartir auto).
Es que me encanta usar el auto e ir a la costa con amigos, pero tengo una tolerancia muy baja al tráfico. Se me revuelve el estómago de sólo pensar en el caos reinante en la autopista Buenos Aires – La Plata. Y es así como nace SincroPool, de un grupo de ingenieros intolerantes al tráfico y al uso ineficiente del auto, cuyo deseo es volver a transitar fluidamente por las calles de nuestra Buenos Aires querida. Voy a obviar inundarlos con más datos estadísticos (incremento del parque automotor, del ingreso de vehículos a la capital, del congestionamiento, y la escasez de cocheras) porque creo que todos somos testigos de la cruda realidad.
En cambio, voy a hacer hincapié en que la mitad de la contaminación que generamos los argentinos se debe a cómo nos trasportamos. ¿Alguna vez se preguntaron por qué en los últimos años siempre que llueve hay una tormenta espectacular (con granizo, árboles caídos y toda la historia)? Bueno, me voy a remitir a lo que dice Federico Velázquez de Castro (un especialista español en cambio climático): “los fenómenos meteorológicos intensos están creciendo en los últimos años y son una de las consecuencias evidentes del cambio climático: un atmósfera más caliente implica mayor energía y sus manifestaciones las vemos en la violencia de estos fenómenos meteorológicos”. Por supuesto que el cambio climático se debe en gran medida al uso y consumo desmedido de recursos. Entre ellos el auto, claro está. Luego Federico agrega: “del clima sabemos realmente muy poco. Nos es aún desconocido, y especialmente en lo que a su previsión se refiere, por lo que modificarlo supone avivar incertidumbre sobre el desarrollo del mismo”. Y modificarlo es lo que estamos haciendo al arrojar incuantificables cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. En otras palabras: que no nos sorprendan tormentas cada vez más violentas y recurrentes (como la que vivimos el miércoles de semana santa). Vamos a tener que inventar nuevas palabras para describirlas.
Dada la coyuntura, creemos que hacer carpooling (compartir auto) y/o cualquier actividad orientada reducir las emisiones de dióxido de carbono, debería ser atendida. De todas ellas, compartir auto es particularmente atractiva porque reporta dos beneficios adicionales muy interesantes: contrarrestar los recurrentes embotellamientos en la city porteña; y por supuesto reduce el costo de usar el auto. Entiendo que muchos de ustedes considerarían hacer carpooling sólo por el beneficio económico. No hay problema con eso. Todo lo contrario, esa motivación es la que garantiza el éxito del carpooling (tarde o temprano). De hecho, cualquier motivación que ayude a contaminar menos es válida. Y a mi modo de ver las cosas, ¡ahorrar dinero es la motivación perfecta para fomentar acciones sustentables!
Todo muy lindo, pero sigue existiendo una barrera aparentemente infranqueable para compartir auto: la inseguridad. En SincroPool entendemos que es una fuerza disuasiva muy fuerte. Por eso trabajamos sólo con comunidades de confianza: Empresas, Universidades, Countries y ONG’s. Creemos que estas organizaciones brindan el marco de confianza necesario para evitar el problema, y que permitirá a sus miembros disfrutar de las ventajas que ofrece el carpooling: ¡viajar mejor y reducir gastos mientras se contribuye con el medio ambiente!
Lucas M. Croxatto / www.sincropool.com
Bibliografía:
Velázquez de Castro, Federico. 25 preguntas sobre el cambio climático. Buenos Aires 2008, Capital Intelectual. Le Monde Diplomatique. p.p 71-115.