Encargar a los especialistas en comercialización de marca un nombre y logos, no garantiza éxito.
¿Por qué los aviones de Virgin Blue están pintados de rojo? Dick Percs, Australia Occidental
El nombre y los distintivos aviones rojos se basan en una sugerencia de Brett Godfrey, fundador y CEO de Virgin Blue. Pero el nombre de Virgin Blue es más que su color, así que empecemos esta historia desde el principio.
Una tarde de 1970, un par de amigos y yo hacíamos una lluvia de ideas de nombres posibles para la nueva empresa disquera que iniciábamos.
A todos nos entusiasmaba el nombre Slipped Disc hasta que alguien dijo: “¿Piensan que Virgin podría funcionar?” .
Nos encantó por muchos motivos, sobre todo porque aun después de la cambiante década de 1960, el mundo seguía siendo escabroso.
Nuestra competencia se llamaba His Master’s Voice (HMV, nombrado así en honor a su logo de un perro escuchando un gramófono), Parlophone y Decca.
Virgin se sentía fresco y sexy; declaraba que éramos nuevos en la industria musical y en el mundo empresarial, en general.
Con emoción lo garabateamos con V mayúscula y ese garabato se convirtió en la base del logo de Virgin.
Pegamos el logo en el centro de algunos discos de Mike Oldfield y la marca Virgin despegó poco después.
El nombre resultó exitoso en muchos niveles: era único, por lo que resultaba instantáneamente reconocible; no era específico para ninguna industria o región, y era compatible con la marca que eventualmente formaríamos. Tuvimos suerte.
En estos días, algunos empresarios pagan grandes sumas a especialistas en comercialización de marca para crear, probar y refinar nombres y logos, pero eso no garantiza un resultado exitoso.
Cualquier empresario que esté escogiendo el nombre de una compañía debe considerar cuidadosamente si el nombre propuesto es suficientemente versátil como para ampliarlo a productos y servicios futuros.
Virgin Records funcionó bien en la industria del entretenimiento, pero en 1984 no estábamos muy seguros de nosotros mismos cuando pintamos el logo de nuestra empresa en el gigantesco estabilizador vertical del único Boeing 747 de Virgin Atlantic Airways. Resaltaba y para entonces habíamos escogido nuestro distintivo tono rojo.
No era del agrado de todo mundo. David Tait, uno de los que ayudaron a organizar la aerolínea, me hizo pasar momentos difíciles al declarar que “nadie va a volar en una aerolínea que no se juega todo”.
Pero me mantuve en mi posición e insistí en que era mejor que British Atlantic Airways, el nombre original de nuestra empresa recién creada, señalando que el mundo realmente no necesitaba otra BA (British Airways ya tenía bastante publicidad).
Esa aerolínea recién nacida se convirtió en la base sobre la que formamos los valores de la marca Virgin y consolidamos su presencia internacional.
Virgin Atlantic en poco tiempo se hizo líder del mercado debido a su enfoque innovador y porque dábamos un gran servicio y valor para el cliente.
Nuestra distintiva comercialización, que se dio a conocer por aguda, irreverente, humilde y divertida, se diseminó por todas partes, permitiéndonos lanzar otras compañías de marca Virgin en todo el mundo.
Nuestro singular nombre y marca, además de una consistente ejecución en toda esa marca, convirtió en éxito la compañía.
Conforme lanzábamos los variados negocios subsecuentes, nos aseguramos de que Virgin siempre representara valor agregado, mejorara el servicio y fuera un enfoque fresco, desde Virgin Money hasta Virgin Galactic.
Sabíamos exactamente qué representaba, al igual que nuestros clientes y competidores.
Esto me lleva al nombre de nuestra aerolínea australiana, Virgin Blue.
En la década de 1850 un influjo considerable de inmigrantes arribó a Australia, con la esperanza de hacerse ricos en las minas de oro.
Los irlandeses, en su gran mayoría pelirrojos, pronto se ganaron la reputación de beber y pelear mucho.
UNA RIÑA, EN JERGA LOCAL
Cuando un irlandés pelirrojo pasaba por la calle, la gente decía “ahí va un blue” y, hasta la actualidad, los australianos muchas veces apodan ‘Bluey’ a sus amigos pelirrojos.
Cuando nos preparábamos para lanzar nuestra aerolínea australiana en el 2000, Brett sugirió que los aussies (australianos) conectarían el carácter y logo rojo de nuestra nueva empresa con el nombre Virgin Blue.
Para subrayar el juego de palabras, pintamos los aviones con rojo fuerte. Nuestra aerolínea pronto se enganchó con los aussies.
Luego de su fuerte inicio nacional, Virgin Blue se convirtió en una aerolínea internacional, y actualmente vuela a Europa, Medio Oriente y muchas naciones isleñas del Pacífico, Norteamérica y Asia, países donde el juego de palabras de azul versus rojo no se entiende.
Así que a principios de este mes renombramos Virgin Blue y otras aerolíneas de la región, unificándolas bajo la insignia de Virgin Australia.
Si el nombre de su compañía lo tiene en una posición difícil –tal vez porque el negocio se ha expandido más de lo anticipado–, no entre en pánico. Intente buscar otras soluciones; considere incorporar el nombre viejo con el nuevo.
Podría ser la oportunidad perfecta para volver a presentar la compañía ante los medios de comunicación; informe sus planes y los valores centrales del negocio que estrena nombre.
En nuestro caso, Slipped Disc hubiera sido un nombre divertido para nuestra marca disquera, pero no creo que hubiera funcionado para aerolíneas o gimnasios.
fuente: Portafolio (Colombia)
Estas leyendo el ultimo libro de Brandson??? jeje