La literatura entrepreneur comparte casos de personas que a partir de cero, han logrado construir y lograr grandes hazañas. ¿Qué requisitos debemos cumplir para triunfar con nuestro negocio?
Trabajar por un sueño parecería una cuestión ideal, ser independiente o su propio jefe una bendición, sin embargo, y como una cuestión extraña en realidad son muy pocas las personas que deciden lanzarse a aventurar con sus ideas, sus proyectos o sus propios negocios; es evidente que el camino es difícil, pero, ¿Por qué las personas no se arriesgan?. La literatura sobre emprendimientos nos presenta casos de personas que a partir de cero, han logrado construir y lograr grandes hazañas. ¿Que hizo a estas personas y que características se encuentran en los verdaderos emprendedores?. De esto hablaremos en el presente artículo.
Parece existir cierto consenso en que los grandes emprendedores cumplen con las siguientes características:
1. La constancia
2. El sentido de oportunidad o de negocio
3. El conocimiento
4. Responsabilidad personal
5. Capacidad de liderazgo
Si tu haz decidido desarrollar un emprendimiento, debes ser consciente de que debes cumplir por lo menos con los anteriores requisitos, ya que sacar una idea adelante requiere de estos y muchos factores más. Las estadísticas sin embargo no son del todo alentadoras, es evidente que en la mayoría de las ocasiones es más posible el fracaso que el éxito, cuestión que se da especialmente en el nuevo mundo de los emprendimientos por Internet, sin embargo, si eres una persona decidida, debes tomar este camino puesto que aunque se corren riesgos, los posibles premios a tu labor serán mucho más altos a los que obtendrías como un empleado o un simple cargo medio de una empresa.
Emprendedor
Siempre el riesgo será directamente proporcional a la ganancia en cualquier negocio, por lo tanto quien asume más riesgo aunque con menos probabilidad de éxito tendrá la oportunidad de recibir una mayor recompensa en el largo plazo.
El espíritu emprendedor
Otro factor importante, es la definición de espíritu emprendedor, o lo que en inglés llamaríamos entrepeneurship.
Podríamos afirmar que el entrepeneurship, puede ser el desarrollo de proyectos innovadores o de oportunidad para obtener un beneficio; la capacidad de comprar a precios ciertos, para comprar a precios desconocidos o lo podemos considerar como la capacidad de desarrollar una idea nueva o modificar una existente para traducirla en una actividad social rentable y productiva (ojo: no todas las personas emprendedoras buscan el beneficio económico; existen personas que buscan objetivos sociales o políticos). En fin, la literatura sobre emprendimientos hace varios tipos de definiciones que nos pueden ser útiles.
En realidad definir el espíritu emprendedor no es cuestión sencilla, ya que existen muchas características que tienen unas personas y otras no, pero que de cualquier manera los hace exitosos; en la actualidad el espíritu emprendedor es sinónimo de innovación, cambio, fundación de una compañía, o toma de riesgos. La dificultad aumenta, cuando encontramos emprendedores que no han fundado empresas o que no han sido innovadores y simplemente han copiado una idea existente o que en lugar de asumir riesgos buscan que otros los corran etc. Definitivamente el éxito no es una cuestión sencilla de analizar…
Es necesario afirmar que el emprendedor es una persona que percibe la oportunidad que ofrece el mercado y ha tenido la motivación, el impulso y la habilidad de movilizar recursos a fin de ir al encuentro de dicha oportunidad. Debe tener confianza en su idea, debe tener una base de datos grande, debe tener una capacidad de convocatoria y de convicción mayor que el promedio, debe saber vender las ideas y debe sobre todo tener la capacidad de ofrecer resultados.
Para finalizar debo decir que siempre el riesgo será directamente proporcional a la ganancia en cualquier negocio, por lo tanto quien asume más riesgo aunque con menos probabilidad de éxito tendrá la oportunidad de recibir una mayor recompensa en el largo plazo además de la satisfacción de no quedarse y mirar como otras personas si obtienen metas que para otros parecerían inalcanzables.