Ante una reestructura en Sinergia Cowork, Martín Larre se sumó al proyecto para liderar un ambicioso plan de expansión que implica la apertura de tres locales más en Montevideo y el cruce a Buenos Aires
Emprendedor nato, cofundador de varias empresas –entre ellas WooW y KidBox–, una red de inversores ángeles (Angel Club) y una building company (Inicia Ventures), Martín Larre (38) asumió hace menos de un mes como socio y CEO de Sinergia Cowork, ante la salida de tres de los socios fundadores de la empresa.
Larre llegó en un momento de reestructuración del primer espacio de cowork que comenzó a funcionar en Montevideo en 2014. Los planes de expansión, con la apertura de tres locales en Carrasco, Pocitos y Tres Cruces y el cruce de fronteras hacia Buenos Aires son algunos de los desafíos que se le presentan a quien, luego de un año de realizar actividades «por diversión», vuelve a tomar las riendas de una empresa que tiene como lema la innovación y la cooperación entre los distintos actores del sistema emprendedor.
¿Qué te llevó a formar parte de Sinergia, como socio y CEO?
Conocí a Sinergia porque había estado como coworker durante tres meses, cuando empecé con Banquete en Inicia Ventures. Vi que era real el concepto de colaboración en los coworks.
En marzo de este año salieron y entraron socios nuevos. Se fueron Macarena Botta, Federico Lavagna y Alex Hobbins. Entré como socio junto a otras dos personas–que prefieren no revelar sus nombres–.
Los socios que se quedaron me ofrecieron ser socio. Buscaban un perfil emprendedor, una cabeza que pueda generar más valor para los emprendedores, que conociera el ecosistema.
Acepté por dos razones. La primera es porque estoy convencido de que el coworking le hace bien a todo el sistema emprendedor: de ahí salen cosas. Se encuentran socios, inversores, ideas. El cowork como concepto genera más cosas que trabajando solo en una oficina.
Segundo, que no me veía volviendo a un trabajo corporativo. Estoy trabajando con emprendedores y para emprendedores y es volver a agarrar una empresa un poco más grande y no tan startup como estaba acostumbrado.
¿Qué implica el plan de expansión de Sinergia?
A fines de este año, Sinergia va a contar con cuatro locales. El de Palermo que está desde 2014; uno en Carrasco en el que ya comenzaron a trabajar tres empresas este lunes; otro en Pocitos que se inaugurará en setiembre y tendrá un espacio de retail, y Sinergia Design en Tres Cruces para fin de año.
¿Cuál es el concepto de cada uno?
Con Carrasco queremos seguir ofreciendo oportunidades a los coworkers y empresas que van creciendo. Hay empresas que quieren estar en Carrasco porque la locación les sirve y era un barrio desatendedido en este tipo de espacios.
El de Pocitos va a ser el cowork más chico, ubicado en 21 de Setiembre y Tomás Diago. Allí Sinergia va a empezar a probar algo nuevo: va a tener una parte de retail. Los coworkers van a empezar a vender cosas que produzcan y que antes vendían en otro lado.
El tercero –cuya obra empezó hace una semana– es Sinergia Design en Tres Cruces. La mitad del lugar va a ser para tiendas, habrá un espacio para comida y está enfocado en coworkers de diseño gráfico, industrial, de modas, entre otros. Tendrá 6.000 metros cuadrados. La idea es seguir generándole valor a los coworkers.
También estamos buscando un socio estratégico en Buenos Aires para tener presencia en Argentina en 2017.
¿La incubadora de Sinergia va a cambiar a raíz de esta expansión?
No. La incubadora está trabajando excelente; estoy muy contento. Me incorporo a la incubadora junto con Paola Rapetti, –su actual directora–, para liderarla juntos. Acaba de ingresar un nuevo batch de startups de software, de diseño de joyas, de biotecnología, entre otros. Tenemos una diversidad de proyectos.
¿Cómo ves al ecosistema emprendedor actual?
Está en el momento más efervescente. Veo varias instituciones, incubadoras diversas y lo más interesante es que hay emprendedores que no vienen tanto del software como hasta hace un tiempo atrás. Sigue faltando la inversión, sigo luchando por ello. La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) hace un trabajo importante pero si a una empresa le va bien y necesita US$ 1 millón, no hay ningún lugar a donde pueda ir a buscarlo en Uruguay.