Markus era un chico cuando fundó el sitio de citas online Plenty of Fish en 2003, sin ningún tipo de financiación y obviamente sin ningún empleado.
Para 2008 ya facturaba más de 10 millones de dólares en publicidad, tenía más de 1600 millones de visitas… y seguía sin tener oficina y ni un sólo empleado.
En 2009 declaraba que no sólo no le interesaba tener inversores, sino que en realidad no los necesitaba. Tenía un negocio más que próspero, con el 100% de las acciones. Tampoco se mostraba interesado en venderlo.
Pero las cosas fueron cambiando. Con el tiempo llegó la primera oficina y los primeros empleados, que poco a poco llegaron a 75. Y ocurrió lo impensado. “Es gracioso pero mientras más gente contratas más tiempo tienes que dedicarle a tu negocio”, le contó hace poco a Business Insider.
Ya no le dedicaba 10 horas a la semana, casi al estilo Tim Ferris, sino que tenía una jornada laboral normal. Quizás eso lo decidió a vender.
Lo cierto es que en julio de 2015 le vendió su empresa a Match Group por 575 millones de dólares, en efectivo.
Hizo todo al revés, al menos si lo medimos con los parámetros con los que se orienta a los nuevos emprendedores. No buscó dinero, no hizo grandes inversiones, no tomó empleados por años. Ni siquiera tenía oficina y trabajaba 10 horas por semana. Y acaba de vender la empresa, en efectivo, y se queda el 100% de lo que cobra. Nada mal.
Es cierto que no todas las empresas nuevas podrían hacer algo así. Es obvio. ¿Pero no es interesante ver que alguien se sale totalmente del libreto y le va tan bien?
En realidad, creo que sí hubo un libreto al que Markus se apegó totalmente. Es claramente una persona de sistemas, un diseñador de procesos y sistemas empresariales, no solamente informáticos. Dentro de los tipos de emprendedores, Markus es en mi opinión un Arquitecto.
A ese libreto sí que se ciñó todo el tiempo. Nunca se preocupó demasiado por crear productos nuevos, siempre se enfocó en mejorar y mejorar obsesivamente su sistema. No le interesaba mucho el marketing (aunque su empresa finalmente haya comenzado a hacerlo y obviamente no se moría por conducir ningún equipo.
Nadie te puede asegurar el éxito en nada, mucho menos en los niveles en que ha tenido éxito Markus.
Pero si hay algo que te puede ayudar en los negocios o en el desarrollo de cualquier empresa es conocerte. Saber perfectamente para qué eres bueno y para qué no.
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