China fascina. Según Plinio, los fascinantes eran los hechiceros. No hay fascinación sin hechizo, sin misterio. Y los hechizos y misterios chinos son muchos y de todo orden.
En la long durée, China siempre ha estado ahí, sin caerse del todo, mientras que en sus 5000 años de historia ha visto desvanecer y desaparecer a civilizaciones enteras, que el imaginario occidental todavía considera inmortales, a pesar de que la realidad evidencia lo contrario.
¿Qué la ha mantenido en pie durante tanto tiempo? ¿Cuál es su misterium fascinans que ha conseguido encantar, desde que la humanidad tiene memoria, a Clío, la caprichosa Musa de la Historia, que tantos males ha infligido a otros? “Para escrutar la vida hay que fundarla/y que fundamentarla en un Orbe./¡Fascinante misterio!” dice el poeta Antonio Colinas. No cabe duda de que larga ha sido, y es, la vida de China, y de que constituye un orbe en sí misma.
En la court durée, estamos viviendo un período histórico en el que toda apunta a que este siglo XXI será de nuevo un siglo en el que China desempeñará un papel trascendental en la historia de la humanidad. Su músculo económico se agiganta por minutos, y su influencia cultural se hace cada vez más patente.
Todo ello se traduce en un cierto misterium tremens, que hace que China esté empezando a ser temida. De ella misma depende cómo usar sus encantos, esa puissance douce (soft power), para ser percibida de una u otra manera. En todo caso, Clío parece estar nuevamente de su parte.
Como decíamos, muchos son los misterios de China. Pero si tuviéramos que elegir su actual Misterium fascinans, éste bien podría estar encarnado en la absoluta vocación emprendedora de esta Nueva China. Así, el Plan de Acción sobre Emprendimiento 2020 de la Comisión Europea señala que el trabajo por cuenta propia en China es del 56%, mientras que es del 51% en Estados Unidos, y en Europa ha bajado hasta el 37% desde el 45% en el que se encontraba.
Para valorar correctamente estas cifras, es preciso subrayar también que el citado Plan considera el emprendedorismo, la clave para alcanzar un alto nivel de empleo y recuperar el crecimiento, tras la crisis del 2008.
Es en este marco que el Prof. Bin Ma, Director Académico de IE China Center ha elaborado el informe Chinese vs European Entrepreneurship: A comparison, basado en encuestas –sobre el terreno y electrónicas– a emprendedores europeos y chinos entre abril y mayo de 2019, recibiendo 104 y 105 respuestas válidas en China y en Europa, respectivamente. Del informe se pueden extraer varias conclusiones acerca de cómo es el emprendedor chino:
1. Los emprendedores chinos son más femenino
Si una de las cuestiones que más preocupa hoy en día es el gap laboral entre hombres y mujeres, es el caso que 25% de los emprendedores chinos son mujeres, frente al 18% de los europeos. Está claro que esta proporción de 1 a 4 no es suficiente para equilibrar la balanza, sin embargo sí dice mucho de cómo la economía china se ha incorporado a la economía mundial, mejorando ciertas carencias del mercado laboral.
2. Son más propietarios
Contra lo que se pudiera pensar el emprendedor chino es más reacio a la financiación externa de lo que es el europeo. Por ello, suelen evitar el capital externo, incluida la inversión estatal, porque entienden que ello supone una pérdida de control en la propia empresa. De la muestra del informe, 75 empresas chinas tenían titularidad propia, frente a 57 europeas. Es más tan sólo 3 empresas chinas gozaban de financiación pública, por 10 europeas.
3. Son más tecnológicos
El informe destaca que las empresas europeas adolecen de cierto conservadurismo, por cuanto están dedicadas a sectores más tradicionales. La muestra revela que de las empresas chinas analizadas un 52,8% se dedican a temas tecnológicos, mientras que de las europeas el porcentaje es un escaso 34,2%.
4. Son más maduros y están mejor formados
Los emprendedores europeos son considerablemente más jóvenes (p < .001) que sus pares chinos, 39,02 años de media y 42,66, respectivamente. Una de las explicaciones plausibles –señala el Prof. Bin Ma- a esta diferencia es la formación: por lo general, los emprendedores chinos dedican más tiempo a sus estudios universitarios, máster y doctorado 82%, muy superior al 67% de su contraparte europea.
Los europeos, no obstante, acumulan más experiencia educativa fuera de sus propios países que sus homólogos chinos, 2, 97 años de media por 1,28 de parte de los emprenderores chinos.
5. Son menos dormilones
Por último, los datos indican que los empresarios chinos duermen menos que sus equivalentes europeos según dos indicadores, a saber: 1) el número de horas que había dormido la noche anterior, 7,02 horas los europeos, por 6,99 horas los chinos; y 2) la media de horas de sueño por noche, 7,05 los europeos, por 6,96 los chinos Parece confirmarse que los chinos están adoptando las famosas largas jornadas laborales de las startups de Silicon Valley.
China tiene mucho para aprender
La presente guerra comercial entre Estados Unidos y China, los ruidos de sables anunciando una posible crisis económica, de dimensiones no bien calculadas todavía, así como otros grandes titulares, relativos a la política interna de las potencias mundiales, podrían estar empañando nuestras gafas, e impidiéndonos extraer valiosas lecciones de un modo de emprender, y aventurarse en el mundo, que ha contribuido en más de un 60% al crecimiento económico de China, y su fascinante desarrollo.