Este líder se caracteriza por enfocarse en una sola actividad, pero cuenta con el respaldo de un equipo que complementa sus capacidades
Construir una empresa con exceso de endogamia, al rechazar la incorporación de miembros ajenos al grupo, es el primer peligro que corre una empresa familiar. Y es que el miedo a que individuos desconocidos lleguen a ocupar altos puestos en la compañía está siempre latente.
La idea de atraer nuevo talento es casi inconcebible, aunque es precisamente ésta la que le brinda a la empresa la posibilidad de crecer.
“Lo que en este momento está bien para dos (mamá y papá), en 20 años la familia y los intereses habrán cambiado”, aseguró Manuel Bermejo, director de la Unidad de Programas de Alta Dirección y Empresa Familiar y profesor titular en el IE Business School en Madrid, España, durante la conferencia “Empresa familiar, una gran apuesta para el futuro”.
La compañía que se abre a nuevos horizontes y rompe tabúes es conocida como Empresa Familiar 2.0, tiene la capacidad de competir y expandirse a nivel mundial. Para formar parte de esta élite, comentó Bermejo, hay que cultivar el liderazgo compartido.
De ahí que el personaje orquesta, quien hacía de todo, queda de lado y deja lugar al líder emprendedor, aquél que se enfoca en una sola actividad, pero cuenta con el respaldo de un equipo que complementa sus capacidades.
“Debe quedar claro que la mayor fortuna que puede tener un negocio de familia es contar siempre con un líder emprendedor al frente. La cultura emprendedora tiene que exceder al fundador, por razones corporativas y familiares. Queda comprobado que este tipo de compañías tiene empleados 120% más productivos y felices”, aseveró Bermejo.
Con esto, se reconoce la relevancia del proceso de formación de líderes empresariales, que en primera instancia se pensaría que son los sucesores directos —hijos— los que tomarían el mando de la compañía una vez que el fundador se retire.
“Antes de trabajar en la empresa familiar es necesario que el hijo labore fuera de la misma, así podrá adoptar buenas y mejores prácticas de mercado que, en un futuro, enriquecerán el negocio”, reveló el académico de IE Business School.
Que los hijos tengan empleabilidad y que formen una carrera fuera del negocio familiar permitirá que, al tomar las riendas de éste, sean figuras que dicten órdenes sin ser cuestionados.