Lo siento pero no; los emprendedores no tenemos superpoderes. A pesar del optimismo, la energía contagiosa y nuestro inconformismo, a los emprendedores nos toca ponernos muchos días nuestro casco de bombero y disponernos a apagar el nuevo fuego del día, o de esa hora del día.
De hecho, muchos días vuelvo a casa y parece que solo he tapado agujeros (y el dinero te ayudará a avanzar, pero la solidez y calidad de tu proyecto combinados con una buena ejecución de cada una de las acciones son los que te harán triunfar. o que no te ha tocado el gordo de la lotería :-). Tienes mil frentes abiertos y ningún recurso cerrado. Probablemente muchos días, tu al igual que yo, te sientes víctima de eso de lo que tanto has huido: Lo urgente no te deja hacer lo importante.
Por ello, tal y como señaló aqui el famoso inversor Fred Wilson, muchos días me vuelvo a recordar cuales son las 3 obsesiones en las que debería centrar, mi tiempo y mi energía como emprendedor: VISION, EQUIPO y DINERO para que el maldito día a día no me aleje de mi sueño.
Primero, el emprendedor debe ser el que defina la VISIÓN de la compañía. Cual es el problema que quiero solucionar y sobre todo, cómo quiero solucionarlo. Qué producto o servicio quiero crear, para que se diferencie y cree un valor suficiente como para que algún osado pague por ello. Dicha visión debe ser como esa estrella que guía a los marineros en las travesías nocturnas o esa brújula que orienta a los exploradores en territorios desconocidos. Y es el emprendedor quien debe no solo definir, sino también comunicar e ilusionar a su equipo que merece la pena dedicar su esfuerzo y tiempo para alcanzar dicha visión.
Pero una vez definida la visión, el emprendedor, tiene que tener claro que solo con un EQUIPO ganador, será capaz de hacerla realidad. El emprendedor tiene que saber claramente qué hace bien, y más importante aún, que no hace bien. A partir de ahi, poder rodearse de un equipo de personas que le complemente y le ayude a tangibilizar dicha visión. Porque una start-up no es una empresa en pequeñito, ese primer equipo se tiene que parecer más a un comando como al mítico Equipo A, que a un ejército regular. Ese comando tiene que estar formado por pocas personas pero donde cada uno de ellos tenga un rol muy bien definido y sea la suma de cada uno de los integrantes del comando, los que lo harán triunfar o fracasar.
Y por último, el emprendedor tendrá que dedicar gran parte de sus horas a asegurarse de que tenemos suficiente DINERO en el banco, para poder pagar los sueldos del equipo necesario que te ayudará a alcanzar la visión que has definido previamente. Ese dinero deberá llegar eventualmente porque hayas creado algo por lo que tus clientes estén dispuestos a pagar, pero hasta entonces, puede que, sea necesario que convezcas a tu primo, tu amigo o incluso a algún inversor, para que sean ellos quienes te den ese dinero suficiente para poder hacer realidad tu sueño.
Por ello, en vez de pasarnos el día priorizando la agenda, deberiamos agendarnos nuestras 3 principales prioridades. Mañana revisa tu agenda e incluye tus tres nuevas obsesiones: visión, equipo y dinero.
Excelente nota Marcelo, me siento totalmente identificada. Elizabeth