Aunque pueda parecer extraño, la cantante Taylor Swift puede enseñar mucho a quienes quieren convertirse en emprendedores
Sí, aunque pueda parecer extraño, esta excantante de country americana puede enseñar mucho a quienes quieren convertirse en emprendedores. Taylor Swift tiene poco más de 25 años y ostenta un simpático récord, conseguir que tres discos firmados con su nombre, en el momento de su lanzamiento, vendieran más de un millón de copias en tan solo una semana.
Tan solo una veintena de discos en EEUU han conseguido este logro y tres de esos trabajos son suyos. Esta cantante, que en los últimos años ha dado un giro a su carrera acercándose al pop, es más que un buen ejemplo para todo aquel que quiera entrar en el mundo del autoempleo y conseguir sus objetivos por varias razones, que podemos traducir en enseñanzas:
1) La importancia de ser flexible
A los catorce años se mudó a Tenessee, guitarra en mano, para poder triunfar como cantante country y lo consiguió. Pero al verse subida en el escenario años después y analizar el éxito que otras cantantes de otros estilos tenían, se vio demasiado limitada con el country. Acertó cambiando al pop, ya que de esta manera sería más sencillo triunfar en todo el mundo y conseguir mayor proyección.
¿Qué emprendedor no debe grabar a fuego en su mente la necesidad de ser flexible y adaptar su modelo de negocio si ve que no funciona o que tomando un camino ligeramente diferente puede obtener mejores resultados? Los expertos dicen que obcecarse con un proyecto es lo peor que se puede hacer y que es mejor adoptar la filosofía lean, basada en el continuo feedback entre el público y la empresa para adaptarla mejor a sus necesidades y gustos, sin la esclavitud de un proyecto rígido y caduco.
2) Ser un buen relaciones públicas y llevarse bien con todo el mundo
Esta cantante puede presumir de haber reunido en la fiesta de celebración de su cuarto de siglo a Beyoncé junto con su marido Jay Z, modelos cotizadas como Karlie Kloss, cantantes hipsters y demás personalidades del momento. ¿Cómo? ¿Qué tiene que ver toda esa amalgama de gente con esta jovencita? Que ella sabe cómo conseguir su amistad, aunque no tengan nada que ver. Por dios, si Jay Z no fue a la boda de su buen amigo Kanye West con la celebrity Kim Kardashian pero sí que se dejó caer por la fiesta casera de Swift, por algo es.
Somos emprendedores, sí, pero somos vendedores, tanto de nuestro producto o servicio como de nosotros mismos. Debemos ser capaces de comunicarnos (no solo hablar) con cualquier persona, adaptarnos a su lenguaje y a lo que quiere saber de nosotros, debemos ejercitar la capacidad de ser agradables sin pasarnos, de crear lazos sin forzarlos, de convencerles sin presionar. Solo así nos recordarán, querrán saber más de nuestro proyecto y conseguiremos cerrar contratos.
3) Escándalos cero
Pero cero es cero. Taylor Swift vive su vida sin crear controversia, se dedica a trabajar, a dar conciertos y a ir al gimnasio. Nunca ofrece imágenes suyas al azar, sus looks son impecables y sus amistades no hablan mal de ella. Se desahoga con sus canciones, sí, pero no hay ni una sola fotografía suya borracha en un bar o acostándose con el novio de turno. Si acaso, lo poco que le pasa siempre viene dado por el exterior, como en los Grammy de 2009, cuando Kanye West subió al escenario para ‘arrebatarle’ un premio que según él se merecía más Beyoncé.
Pero ni por esas pudimos verla soltando un guantazo. Ser modelos de comportamiento es complicado, pero es importante esforzarse por transmitir lo que quieres que vean de ti y centrarte en lo que tienes que hacer, tu negocio. Debes ser ejemplo para tus empleados, transpirar compromiso, pasión y responsabilidad de cara a clientes e inversores. Debes guardar para ti tus momentos de duda y reflexión y convertirlos en una excusa más para poder trabajar con más ahínco. Está demostrado que si intentas ejemplificar con tu comportamiento lo que quieres ser, terminas creyéndotelo. Y es el camino más fiable para poder alcanzar el éxito, porque el resto te percibirá así y podrás conseguir muchas más cosas que siendo insolente, descarado y maleducado.
4) Contacto directo con sus seguidores
Esta cantante tiene, como no podía ser de otra manera, una legión de fans incansables que adoran cada uno de los movimientos de su artista favorita. Hasta aquí todo es normal. Pero en la navidad de 2014, la propia Taylor se grabó envolviendo regalos y cartas en enormes paquetes para enviar a algunas de sus fans, mostró su apartamento lleno de bolsas de plástico y papel de regalo, todo para dar las gracias.
Como es evidente, la reacción de sus fans fue desproporcionada y fortaleció aún más su vínculo. En cambio, las fans de Justin Bieber tienen un calendario con sus visitas al juzgado. Es evidente que no todo el mundo puede hacer regalos a sus seguidores (clientes), pero ser agradecido, mantener un contacto sincero y transparente a través de las redes sociales, resolver sus dudas, ser rápido y agradable, es gratis. Y devuelve la inversión hecha en atención al cliente y en la gestión de las redes sociales al instante.
Ser percibida como una empresa con la que puedes hablar es el nuevo mandamiento del siglo XXI y quien no lo considera así está cavando su propia tumba, da igual que sea una gran marca o un negocio online que acaba de despegar. Ser flexibles, aprender a ser un buen relaciones públicas, predicar con el ejemplo y trabajar la relación con los clientes en las redes sociales son cuatro pequeñas lecciones que Taylor Swift nos puede recordar a la hora de emprender. También podríamos aprender de ella cómo lucir siempre una melena peinada o su tabla de ejercicios para estar siempre delgada, pero eso será en otro artículo.