Ana Ramos, una emprendedora mexicana con ganas de generar impacto positivo en la sociedad, aprovechó la pandemia para hacer crecer su startup un 300%.
Para muchos, es durante la etapa más temprana de la juventud cuando los verdaderos ideales salen a la luz y es así como inicia la historia emprendedora de Ana Ramos dentro del mundo de los negocios.
Desde muy joven, la emprendedora mexicana tuvo claro un objetivo: generar un impacto positivo en la sociedad. Esta meta la impulsó a estudiar Licenciatura en Comunicación y Marketing, mismo impulso que la llevaría a incursionar en el ámbito de la comunicación política por medio de la consultoría y asesoría a diversos grupos y sectores gubernamentales.
No obstante, a lo largo de este camino, la joven mexicana se convenció de que la generación de un impacto no era limitada al sector público, sino que incluso dentro del sector privado era posible gestar esta trasformación y darle, incluso, una mayor fuerza y alcance.
Fue así que, convencida de esta premisa, Ana Ramos, comenzó una etapa de profunda profesionalización y logró obtener una beca de excelencia para realizar sus estudios de MBA en Inglaterra, mismos que le permitirían descubrir un nuevo mundo y encontrarse con lo que más tarde se convertiría en su máxima pasión: el emprendimiento y las startups.
De inversora a emprendedora
Para la emprendedora, los estudios realizados en Inglaterra sirvieron como una puerta para adentrarse en el mundo de las finanzas y el venture capital. Y fue esta pasión por ambos sectores lo que la llevó a regresar a México para formar parte de uno de los fondos de capital de riesgo más importantes del país, permitiéndole tener un mayor acercamiento al ecosistema emprendedor nacional.
Motivada por el interés en las startups y los fondos de inversión de riesgo, Ana, decidió tomar una oportunidad y migrar a Alemania, donde se integró a uno de los fondos privados más importantes de Europa: Vorwerk Ventures, expandiendo sus horizontes y adentrándose en los sectores del cuidado personal y la belleza.
Es una realidad que la vida es una cadena de decisiones y los éxitos son buenas oportunidades tomadas. Fue así como, hacia 2018, que la joven mexicana junto con su socio Luis Vazquez inician con el diseño de una plataforma tecnológica propia para brindar servicios de belleza a domicilio.
Glitzi la belleza y bienestar en una app
Convencida del impacto de empresas emergentes y de la importancia de la tecnología en el desarrollo de nuevos conceptos, en 2018, Ana Ramos se convierte en Co-fundadora de Glitzi. Una plataforma de servicios de belleza y bienestar a domicilio que además, busca estandarizar la calidad de sus servicios a través de la certificación y profesionalización de sus expertos.
El camino para consolidar la startup, como todo en la vida, ha tenido altas y bajas, sin embargo, ha sido la determinación y compromiso de la mexicana lo que le permitió sortear todas las dificultades que ha presentado la startup y transformarlas en nuevas oportunidades para generar un impacto aún más grande en la sociedad.
Durante 2020, año sumamente complicado por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19, a pesar de haber parado actividades por dos meses, encontró una gran oportunidad para expandir su negocio al ofrecer servicios profesionales con todos los estándares y protocolos que permitieran asegurar el bienestar tanto de sus clientes como de sus coaches, asimismo, brindó la oportunidad de ser una fuente de ingresos para más de 400 familias mexicanas, lo que generó un crecimiento de 300%.
Hoy no solo se establece como una de las startups con mayor escalabilidad dentro del país, sino también como un ejemplo de perseverancia, esfuerzo y empoderamiento femenino en los negocios y el ecosistema emprendedor mexicano operado por mujeres casi en su 90%.