Juan Onetto, CEO y fundador de Colppy, comparte su experiencia emprendedora
En el marco de la semana del emprendedor del 13 al 19 de noviembre, quería hablar un poco sobre lo que significa ser emprendedor para motivar a más personas a que lo consideren como una opción de vida.
Ser emprendedor es tener una idea y querer llevarla a la realidad. Es tener una pasión que te da la fuerzas para poder cambiar algo. Ser emprendedor tiene muchas ventajas. Por ejemplo, te da la posibilidad de elegir cuándo y cuánto dedicarte. Te permite asumir la responsabilidad de llevar adelante un equipo, contagiar la misma pasión y saber que depende de vos el poder también dar lo mejor para que el equipo pueda cumplir.
Pero ser emprendedor no siempre es fácil. También conlleva compromiso, esfuerzo y perseverancia constante. La exigencia de estar todos los días en busca de un balance para trabajar y además, dedicarle tiempo a la vida personal, la familia, los amigos y a cuidar la salud.
A una persona que está buscando emprender le recomendaría que una vez que tenga una idea, piense si eso es una pasión y si se imagina trabajando en eso por lo menos 10 años. Si la respuesta es sí, es una buena idea emprender, sino buscaría otra idea u otro trabajo. Luego, una vez que descubra esa pasión, la clave es rodearse de gente a la que la pueda entusiasmar de igual manera; personas que compartan la pasión, el entusiasmo y las ganas de trabajar y crear de cero.
A la hora de elegir a los socios, es importante que sea una elección consiente y precisa ya que es un aspecto muy importante porque es con quienes vas a trabajar los próximos años. Es necesario tomarse el tiempo para esta decisión: elegir a alguien que piense diferente, pero que comparta los mismos valores y objetivos comerciales.
El entender que los socios son para siempre fue uno de mis mayores aprendizajes. Durante este tiempo también aprendí que confiar en uno mismo y sentirse firme de sus convicciones es clave ya que hay muchos momentos en el que uno no sabe qué hacer y hay que seguir y confiar en uno mismo hasta el final.
También es importante recordar que todo tiene un precio, como cualquier elección en la vida. En el momento en que uno decide crear una empresa y dedicarle tiempo, hay que conocer las consecuencias y las cosas que se dejan de lado, y con el tiempo encontrar la manera de hacer convivir tus cosas personales con tu empresa. Por eso, la pasión y las ganas de hacer son fundamentales y sólo vale la pena emprender esos proyectos por los que estamos dispuestos a darle todo.