El pasado lunes 11 de septiembre se llevó a cabo un nuevo desayuno del ciclo “Mujer, empresa y valores” organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas. En esta oportunidad, Silvia De Torres Carbonell, Directora del Centro de Entrepreneurship y Profesora a cargo de Entrepreneurship e Innovación en los Programas Master y Ejecutivos del IAE Business School, reflexionó bajo el lema “Emprender, motor del desarrollo y la innovación para el bien social”.
Frente a los enormes desafíos, oportunidades y amenazas que presentan las nuevas tecnologías, Carbonell resaltó la importancia de pensar la innovación como bien social y liderar con valores. “Estamos viviendo un momento de cambios vertiginoso. Se están produciendo cambios en los modelos de negocios hacia lo colaborativo, y donde la co-creatividad es posible gracias a la tecnología”, explica. Y agrega: “Tenemos que aprovechar la vocación y la capacidad co-creadora que nos dio Dios en un mundo no terminado: el espíritu de subsistencia, la curiosidad innata, y el espíritu emprender”.
Entre las tecnologías exponenciales o emergentes, Carbonell mencionó la robótica, el internet de las cosas, los drones, ciberseguridad, la realidad virtual, la Inteligencia Artificial, el blockchain. “Las fronteras no son físicas sino digitales, estamos conectados. Y los grandes desafíos del futuro son el trabajo, la salud, la educación, la energía. Para encontrar soluciones creativas es necesario pensar en combinaciones transtecnológicas, es decir, convergencia y diálogo interdisciplinario”, comenta.
En este contexto, es importante pensar el rol del liderazgo femenino. “Desde hace 40 años la mujer entró al mundo público, no doméstico, y debemos preguntarnos si le agregamos valor a la sociedad, porque si no le agregamos un diferencial a cualquier ámbito en donde nos desarrollamos, estamos haciendo algo mal”, sentencia.
Para la Directora del Centro de Entrepreneurship, “un líder es aquel que logra transformar la incertidumbre en riesgo y el riesgo en valor. Detrás de la incertidumbre puede haber el todo o la nada, pero cuando empezaste a analizar a través de información o experiencia, se convierte en riesgo que se puede medir y planificar e imaginar acciones para enfrentarlo y cambiarlo. Entonces se genera valor. ACDE es un ejemplo de emprendimiento que generó impacto desde que se fundó”.
En el presente, es importante tener en cuenta las tres dimensiones claves que poseemos los humanos para entender el mundo: la inteligencia la bondad y las emociones. “Hoy, está cambiando la forma de liderar y las cualidades del liderazgo femenino van adquiriendo importancia. Antes la fuerza bruta era necesaria, hoy se está pensando en lograr objetivos a través de modelos colaborativos y la búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la vida personal. El rol materno capacita para la conducción de una organización”, expone.
Para finalizar, Carbonell determina: “La clave es saber con qué sentido se emprende. Cada una deberíamos entender el propósito, y ser líderes apasionados con valores para ser referentes de la sociedad. De los principios nacen los pensamientos, de lo que nacen las actitudes, de las actitudes nacen las acciones. No hay ninguna tecnología que reemplace esto”.
Desde el año 2015, el Grupo ACDE Mujer tiene como objetivo ser un espacio de referencia en los temas vinculados al liderazgo femenino, donde las mujeres profesionales, dirigentes y emprendedoras puedan analizar y reflexionar sobre aquellas cuestiones inherentes a su vida profesional, personal y familiar.