En el mundo hay otros Silicon Valley que pueden resultar igual de atractivos, incluso más para determinados sectores, que Palo Alto.
Palo Alto se ha convertido en el epicentro emprendedor mundial. Cualquier innovador sueña con vivir una experiencia al estilo Steve Jobs y revolucionar el mundo con sus ideas locas.
Pero no todos pueden permitírselo, y tampoco Silicon Valley es jauja. Allí, la competencia es feroz y la vida de los proyectos puede ser de días. La muerte súbita empresarial está a la orden del día.
El emprendimiento no es exclusivo de San Francisco. Hay ‘otros’ Silicon Valley que pueden resultar igual de atractivos, incluso más para determinados sectores, que Palo Alto. Tel Aviv es uno de ellos. “Un ecosistema diseñado desde cero, en el que el Gobierno tuvo un papel muy sensato apoyando e impulsando al capital riesgo, pero saliéndose cuando era necesario”, comenta Javier Megias, CEO y fundador de Startupxplore, la plataforma premium de inversión para start up. La capital israelí es una de las pocas plazas que puede plantarle cara a Silicon Valley, porque cuenta con mucha tecnología, emprendedores con enfoque global y muchas más ventajas en términos de financiación. Con una inversión per cápita de 371 dólares por compañía emergente frente a los 141 de Palo Alto y los 6 de España. Además, la cercanía con el entorno militar ha provocado un auge en el nacimiento de start up especializadas en seguridad.
De todas maneras, Estados Unidos no se reduce a San Francisco. Tampoco cuando hablamos de emprendimiento. Nueva York y Boston, por poner un par de ejemplos, también son plazas a tener en cuenta. “Gran cantidad de inversores con mucha experiencia, son núcleos de start up centradas en la información (desde la inteligencia artificial hasta el Big Data, pasando por Machine Learning, etcétera) y con un foco B2B claro”, explica Megias, son las razones por las que estas ciudades le están robando cierto protagonismo a Silicon Valley.
Asia también se está poniendo las pilas en este sentido, y una de sus ciudades más seductoras para la innovación es Shenzen, un tremendo caldo de cultivo “y el auténtico polo emprendedor de China y casi me atrevería decir que de todo oriente”, asegura el CEO de Startupxplore. Se caracteriza por “una cultura muy emprendedora y centrada en el esfuerzo, muchísima inversión y un enorme foco en hardware e IoT”, añade Megias. Razones suficientes como para estar atentos a su evolución.
Qué pasa en Europa…
Aún más cerca tenemos Londres, hasta hace poco el número uno en Europa como plaza emprendedora, a la que le está comiendo terreno Berlín. “El Brexit ha hecho daño por la migración del talento y, al igual que pasa con Nueva York, el coste de vida es tan alto que hace que muchas start up aún en fase seed prefieran otro polo emprendedor”, advierte Megias. No obstante, Londres alberga a todo tipo de empresas emergentes, cuenta con una gran comunidad de aceleradoras que sirven de apoyo al emprendedor, es el gran foco inversor europeo con un número importantes de inversores y fondos especializados y es la puerta de entrada de las compañías estadounidenses.
Berlín, por su parte, ha sabido transformarse y evolucionar desde un ecosistema muy primigenio sin mucha capa de inversión seed, a otro más completo con start up maduras de las que ya nacen otras, inversores en todas las fases y destino número uno del entorno mundial.
El CEO de Startupxplore también señala París y Ámsterdam como focos a tener en cuenta. La ciudad de las luces ha sido la gran sorpresa de los últimos años. “Es el ecosistema que más está creciendo, especialmente en lo que respecta a la inversión. Tiene grandes empresas emergentes, principalmente en el entorno B2B, y cuenta con aceleradoras de primer nivel y un apoyo decidido de la capa institucional”.
Ámsterdam, aunque a cierta distancia de las anteriores, “tiene mucho talento, un claro apoyo público desde varios frentes, especialmente el fiscal, aceleradoras que saben lo que hacen y emprendedores con ambición internacional”, aplaude Megias que, sin embargo, también advierte de “la falta de casos de éxito y, sobre todo, de clientes, ya que es una ciudad pequeña que no permite que las compañías crezcan rápido”.
… Y en España
España también está haciendo méritos para convertirse en una buena plaza a tener en cuenta. Barcelona, por ejemplo, es una de las ciudades más entregadas al proyecto emprendedor. “Con un tamaño similar al de Madrid, la Ciudad Condal cuenta con compañías más maduras y un enorme talento en marketing. Dispone, además, de fundadores de segunda generación con experiencia en B2C. Por si fuera poco, este ecosistema es el que más exits ha visto y el mejor conectado internacionalmente”, destaca Megias.
Madrid, por su parte, ya ha empezado a apostar por las start up. Le ha costado tiempo, pero ya se ha metido en la carrera emprendedora. Tiene menos éxito, pero es la plaza en la que se concentra el mayor número de inversores profesionales y start up B2B, “lo que es lógico teniendo en cuenta la presencia de las centrales y sedes de muchas multinacionales, lo que beneficia, de paso, el crecimiento inicial de las empresas emergentes gracias, también, al mayor número de clientes”.
Como no hay dos sin tres, Valencia entra en este particular ranking. Y lo hace con fuerza. “Considerada como la tercera ola, a pesar de ser la más joven, ya representa el 15% del ecosistema español. Con una comunidad emprendedora muy conectada y un apoyo público cada vez mejor, cuenta con un talento tecnológico interesante y bajos costes. Además, esta plaza es la que más empresas crea”, defiende Megias. Sin embargo, no tiene mucha comunidad inversora semilla y carece todavía de muchos casos de éxito.