Una de las claves de la empresa es darle su justo valor a los empleados, dice el fundador de Bimbo; recomendó a emprendedores enfocarse en dejar huella y la rentabilidad vendrá como consecuencia.
Para crecer, México necesita un nuevo espíritu emprendedor. «Hay que despertar a los jóvenes empresarios del país», sugirió Lorenzo Servitje, fundador de Grupo Bimbo, durante su participación en el foro World of Business Ideas.
Un aspecto clave para crecer, señaló, es aprender a no negociar la calidad de los productos. «Recuerdo que cuando creamos el panqué los números no nos salían y una opción era bajar los ingredientes. Pero recibí el sabio consejo de no hacerlo y así fue. Diría que no hay negociar tampoco con la presentación (envoltura) del producto y publicidad».
Una parte medular de la empresa panificadora con 52,000 rutas en el mundo es poner énfasis en el valor de la gente. «Hay que relacionarse con el personal, no es un instrumento de trabajo son personas que van a la empresa para ganarse la vida y dejan ahí su vida», explicó
Precisó que cualquier empresario necesita tener una excelente relación con estos actores: inversionistas, personal, clientes, proveedores, autoridades, generaciones futuras (con temas como el medio ambiente) e, incluso, los competidores.
«Las empresas no son hermanas de la caridad. Tenemos que poner buenos precios, ganar utilidades, ser rentables. La productividad es una virtud y hay que ser obsesivo con ello, pero siempre conservando la responsabilidad con el personal».
Recalcó que el reto de los jefes, actualmente, es saber conciliar sus exigencias con la formación de la gente. «Es difícil, pero por eso eres jefe y como superior hay que ganarse la voluntad, el interés, la credibilidad y hasta el afecto del personal».
Para los emprendedores, recomendó evitar enfocarse en utilidades y pensar en crear un negocio que deje huella y se satisfaga al cliente. Con ese principio al cabo del tiempo encontrarán estrategias para hacer rentable a la empresa.
El comienzo de un imperio
«A los 18 años dejé la carrera de contador y me puse a trabajar porque mi padre había muerto. Empecé en una panadería del centro, donde también se vendían chocolates, y siempre soñé con crecer en este negocio», contó el fundador de Grupo Bimbo.
Reconoció que un gran logro en Bimbo, que empezó con 34 empleados y actualmente tiene 82,000, fue incorporar colaboradores que con sus ideas pudieran dar una ventaja al grupo sobre sus competidores. La primera y más importante fue trabajar el proceso de panificación de forma diferente.
«La primer mejora fue que el pan en lugar de envolverlo en papel encerado se hizo en celofán, eso garantizaba que el producto llegara fresco a los hogares».
Otro avance importante y que las empresas no deben perder de vista, agregó, es invertir en publicidad. Cuando Bimbo se fundó un anuncio en radio y en el periódico explicaba qué era y cuál era su finalidad.
En el camino del crecimiento la organización entendió que también es importante establecer una relación con los competidores. «Recuerdo cuando Alfredo Santos de Gamesa me dijo ‘ Nosotros no entraremos al negocio de pastelería sí ustedes no hacen galletas ‘. Yo le contesté que lo íbamos a hacer, y aunque ellos todavía hacen buenos productos, Bimbo le entró al negocio, pero conociendo a su competidor».
Ivonne Vargas
fuente: CNN Expansión