por Laura Messerschmitt, directora general de la división internacional de GoDaddy
Para lograrlo, te compartimos cinco estrategias prácticas que promueven un cambio de mentalidad para aumentar tu productividad.
1. Olvídate de conciliar la vida laboral y personal
Crear tu propia empresa es una experiencia tan exigente como gratificante. Sin embargo, las mujeres nos enfrentamos a más retos cuando hablamos del uso del tiempo, ya que tendemos a dedicar más tiempo al trabajo del hogar.
En lugar de intentar equilibrar las responsabilidades y obligaciones laborales y domésticas, es más efectivo tomar conciencia de cómo se emplea el tiempo para conseguir una mejor armonía entre todas las tareas pendientes.
Por ejemplo, ¿podrías dedicar más tiempo de calidad en vez de más horas al lado de tu pareja, amigos o hijos? ¿Podrías apoyarte en los demás durante los periodos donde tienes mucho trabajo y aceptar que algunos días traerán más trabajo que otros? Si tienes tendencias perfeccionistas, ¿puedes replantearte tus prioridades y aceptar que a veces algunas cosas no cumplirán con tus criterios de calidad?
2. Escucha tus sentimientos de síndrome del impostor
Esa sensación persistente de que no eres lo suficientemente buena o de que no puedes cumplir con una tarea puede ser positiva. Hoy en día, muchas ejecutivas buscan activamente rodearse de profesionales de los cuales puedan aprender y tomar partido de su experiencia.
Enfrentarte a una situación en la que aceptas que no tienes todas las respuestas puede ayudarte a entender y comprometerte a aprender de otras personas que podrían enseñarte algo nuevo.
3. Comprueba en qué empleas realmente tu tiempo
Si tu lista de tareas pendientes no tiene fin, puede que haya llegado el momento de revisar tu productividad. Los expertos en productividad sugieren que un buen punto de partida es mirar el calendario todos los viernes para repasar la semana que acaba de terminar. ¿En qué has empleado la mayor parte de tu tiempo? ¿Se ha centrado en cumplir tareas fundamentales para el funcionamiento de tu empresa o hay actividades poco relevantes que consumen mucho tiempo? Detenerte a hacer esta revisión cada semana puede transformar tu productividad y tu lista de tareas pendientes.
4. Intenta aceptar el fracaso
Muchos propietarios de pequeñas empresas, sobre todo mujeres, se resisten a lanzar su negocio o hacer un cambio por miedo al fracaso. Sin embargo, replantear el fracaso como una parte esencial de la experiencia de aprendizaje puede ayudar a eliminar los miedos asociados.
Si esperas a que tu negocio o tu sitio web sea perfecto, es posible que tu idea nunca vaya a ver la luz o que pierdas la oportunidad de aprender sobre aquello que tus clientes realmente prefieren de tu producto o servicio.
5. Prioriza tu salud mental
Después de la pandemia por COVID-19 hemos visto cómo las empresas y las comunidades en general han puesto el foco en la resiliencia y la salud mental. Informarte sobre el tema y hacer una autoevaluación sobre tu estado de salud son los primeros pasos para fomentar tu salud mental y la de tus empleados.
Es habitual que las personas pospongan aquellas prácticas que favorecen su salud mental —como realizar ejercicio físico o el mindfulness— cuando están ocupadas o estresadas, pero en estos momentos es cuando estos hábitos tienen mayor impacto.
Sin importar si trabajas sola o diriges a un equipo de trabajo, priorizar tu desarrollo profesional puede ayudarte a adquirir habilidades para cambiar las reglas del juego en tu trabajo y en tu casa. Enfocar tus esfuerzos en la mejora continua te ayudará a derribar las barreras que te impiden aprender cosas nuevas para convertirte en una pequeña empresaria más poderosa.