La influencia de la madre en la vida de una persona es determinante. Cuatro grandes emprendedores, cuatro grandes madres.
Quisimos aprovechar la oportunidad para reconocer el papel de las mamás en el camino al éxito de grandes emprendedores.
Después de todo, el propio Abraham Lincoln una vez dijo “Todo lo que soy y todo lo que espero ser se lo debo a mi madre”.
Aunque muchas personas triunfadoras no hablan del papel de sus madres en sus vidas, muchos empresarios legendarios saben reconocer el papel de sus familias al prepararles el camino. Desde darles los valores adecuados, impulsar sus talentos y hasta apoyar sus pasiones, estas mujeres ayudaron a guiar a estos hombres que han transformado al mundo.
1. Maye Musk: determinada a ser más que una linda cara
Podrías poner a Maye Musk – madre de Elon – en Marte y la emprendedora y modelo de 68 años encontraría la manera de sobresalir.
Esta señora tuvo una carrera de modelaje que duró cinco décadas, empezando en Pretoria, Sudáfrica, cuando tenía 15 años y continuando con un desnudo a los 63 años para la portada de New York Magazine. Además, fue estrella de campañas de Revlon, Clinique y Virgin Airlines.
Tuvo que reconstruir su vida varias veces luego de su divorcio y diversas mudanzas (dos de ellas a otros países). Abrió una clínica de nutrición a los 22 años mientras educaba y mantenía en solitario a tres hijos: Tosca, Elon y Kimball.
“La pobreza te hace trabajar muy duro”, dijo a The Huffington Post.”Tenía que hacer malabares con mi negocio, la carrera de modelaje y ser madre soltera”.
Su hijo Elon se mudó a Canadá cuando tenía 17 años y Maye lo siguió tomando diversos empleos en la Universidad de Toronto para que sus hijos pudieran tener educación. Cuando Elon y Kimball se mudaron a Silicon Valley para construir su primer negocio, Zip2, lo hicieron con dinero que mamá les dio.
Es claro de dónde sacó Elon Musk su empuje.
2. Eve Branson: una gran dama
Richard Branson es famoso por sus aventuras, por lo que no es de sorprender que su madre también tenga gusto por el peligro.
Nacida en Middlesex, Inglaterra en 1924, esta hija de un oficial militar se disfrazó de hombre para poder pilotar un planeador. También se ofreció de enfermera voluntaria en la Marina Real durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue artista y sobrecargo con la South American Airways antes de casarse y tener tres hijos.
La maternidad no la detuvo. Después de que su esposo fallara en el examen de la barra de abogados, Eve inició un negocio de jardinería en su propio jardín para ganar dinero. También fue oficial de policía y ejecutiva de bienes raíces.
Eve, ahora de 91 años, ahora trabaja junto con su famoso hijo en el Centro Internacional de niños Desparecidos y Explotados y también fundó una organización no gubernamental para entrenar a personas sin empleo en Marruecos.
Cuando se le pregunta cómo mantiene su vigor, ella dice que la clave es salir con hombres jóvenes y beber muchos cócteles.
3. Karen Kempner: la sencilla doctora
No hay mucha información en los medios de la mamá del que podría ser el más famoso e influyente emprendedor tecnológico del mundo: el CEO y cofundador de Facebook, Mark Zucekrberg. Y parece que así es como lo desea.
Kempner era una graduada de la Universidad de Brooklyn cuando conoció a su esposo, Edward Zuckerberg, un estudiante dental en la Universidad de Nueva York, en una cita a ciegas. Ella y Edward se casaron en 1979 y se mudaron cerca de la escuela donde ella se preparaba para ser psiquiatra. Juntos tuvieron cuatro hijos.
Después de obtener su título, se dedicó a trabajar en la clínica de su marido que era una salita de la casa en la que vivían. De hecho, a pesar de tener USD$60 millones de dólares en acciones de Facebook, la pareja todavía vive ahí.
En una entrevista de radio, Edward dijo que su esposa era una “súper mujer” porque se las había ingeniado para trabajar y estar en casa con los niños.
Es obvio que el CEO de Facebook comparte esta buena opinión de su mamá. Durante una reunión con el Primer Ministro de India en 2015 platicó sobre su madre con el político.
4. Mary Maxwell Gates: una mente brillante y filantrópica
Cuando habla de su mamá, el fundador de Microsoft Bill Gates -el hombre más rico del mundo- frecuentemente recuerda una carta que le escribió a su entonces prometida Melinda el día antes de su boda.
“Se espera mucho de quienes reciben mucho”, leía la misiva.
Mary Maxell Gates, era una mujer de corazón generoso que murió seis meses después de cáncer de seno a los 64 años. Gates guardó la carta de su madre y la usa para inspirarse en sus acciones filantrópicas, como la fundación Bill y Melinda Gates.
Mary era una gran estudiante en la preparatoria y la universidad, donde conoció a su marido, Bill Sr. Juntos tuvieron tres hijos. Trabajo como parte del consejo administrativo de diversas organizaciones prominentes, incluida United Way. Convenció a su hijo de comenzar una campaña de caridad entre sus empleados.
Fue regente de la Universidad de Washington en 1975 e impulsó el esfuerzo de esta institución para luchar contra el apartheid en Sudáfrica.
Bill y su madre tuvieron diversas confrontaciones en su juventud, pero nadie puede dudar que ella lo apoyaba en todo. Cuando su hijo abandonó Harvard para empezar Microsoft en 1975, ella usó sus conexiones para que pudiera cerrar su primer gran contrato con IBM para desarrollar el sistema operativo de la primera computadora personal de la empresa.