Suele decirse que Argentina es un país donde suceden cosas que parecen de fantasía. A la volatilidad generada por los cambios de entorno a nivel mundial, nuestro país le agrega un contexto socioeconómico dinámico que presenta una dificultad extra a la ardua tarea de emprender. No obstante, muchas grandes ideas y proyectos han triunfado posicionando al emprendedor argentino entre los mejores de la región.
Esto se ve reflejado en el nacimiento de los famosos unicornios, empresas emergentes que logran una valoración superior a los mil millones de dólares, donde Argentina ostenta el logro de tener 5 de los 10 que existen en América Latina. Otro dato auspicioso es que, durante el 2020, al menos 20 emprendedores de nuestro país han vendido sus emprendimientos a empresas extranjeras.
Estos indicadores, que parecen no contrastar con el contexto antes mencionado, demuestran que el emprendedor argentino no solamente se destaca por su capacidad de resiliencia. De acuerdo con el Reporte Global del Ecosistema Emprendedor 2020 realizado por Startup Genome y la Red Global de Emprendimiento (GEN), las empresas aArgentinas se destacan por su “talento humano”, entendido como el nivel de preparación de sus profesionales. Esto no solo aplica a quienes integran los equipos de trabajo, sino que también incluye a las cabezas de los proyectos.

El alto nivel de preparación de nuestros emprendedores responde, en gran parte, a que existen organizaciones que los ayudan a potenciar tanto las capacidades de su negocio como las de su vida personal y profesional a través de conexiones, experiencias compartidas y aprendizaje colaborativo. Estas organizaciones le permiten a los emprendedores adaptarse y transformarse ágilmente, colaborando para que desarrollen todo su potencial al generar un entorno en el que las empresas crecen y se genera un impacto positivo en la sociedad, con más empleos y oportunidades.
En conclusión, emprender en Argentina siempre es una tarea exigente que pone a prueba tanto nuestra capacidad de resiliencia como la de innovar. Es gracias a la valentía de aquellos que decidieron salir de su zona de confort para emigrar a los inciertos caminos del emprendedorismo que el mundo funciona y en nuestro país han aparecido grandes exponentes de ello. Sigamos por este camino.