Algo que caracteriza a muchas startups es que surgen como una solución creativa para un problema cotidiano. Un ejemplo de esto es lo que les sucedió a los fundadores de Airbnb, una plataforma on linepara conseguir alojamiento en cualquier parte del planeta, que próximamente saldrá a la Bolsa con una valoración inicial de 10 mil millones de dólares.
¿Pero cómo llegaron a construir este imperio?: creatividad y autosuperación.
Airbnb surgió frente a la necesidad de dos jóvenes de San Francisco que no podían pagar el alquiler y buscaron una solución: rentar tres colchones de aire a turistas que buscaran alojamiento barato en la ciudad. Como plus, les ofrecían el desayuno.
En 2007 crearon un blog con mapas y atrajeron a sus primeros clientes. Se trató de dos hombres y una mujer que pagaron 80 dólares por dormir en su piso. Ahí comprendieron que su emprendimiento resultaba una excelente oportunidad de hacer dinero. Sumaron a un cuarto integrante, quien diseñó el sitio web que los llevaría al éxito.
Desde su lanzamiento en 2008 pasaron 6 años: 11 millones de “pernoctadores”, a razón de 150.mil por día. La idea central de Airbnb es contactar a viajeros con personas que ofrecen alojamiento en todo el mundo, desde sillones en casas de familias hasta castillos. La premisa es que estos turistas se alojen en la casa de un residente en el destino, para conocer más a fondo la cultura del lugar.
En su última ronda de inversores, la plataforma consiguió entre 450 y 500 millones de dólares y, si se cuenta desde su aparición, ya lleva recaudado unos 850 millones de dólares.
La valoración de Airbnb en 10.000 millones supera a cadenas hoteleras clásicas como Hyatt. Pero su cofundador y consejero delegado, Brian Chesky, ha advertido que Airbnb no se va a pararse en el negocio de reservas de camas entre particulares, con el que ingresó 250 millones de dólares en 2013, el doble que el año anterior. “Nuestro negocio es el viaje entero”, ha declarado en diversas ocasiones. Es decir, que Airbnb ampliará sus servicios a cenas en casa de particulares o al servicio de guías voluntarios residentes en las ciudades que se visitan.
En una conferencia, Nathan Blecharczyk, uno de estos jóvenes emprendedores, afirmó: “El camino es duro. Montar una startup, una empresa, no es sencillo. Tienes que ser astuto y pensar en soluciones innovadoras para problemas habituales”.
Eche un vistazo a esta infografía que resumen el crecimiento exponencial de esta empresa, ¿la nueva promesa de las puntocom?
Excelente demostración de como la necesidad y el ingenio acompañado de imaginación pueden crear nuevas tendencias. Equipo C.e.t.