El destacado consultor español Xavier Marcet precisa una serie de puntos relativos a los ecosistemas relacionados con el emprendimiento y la innovación. En ellos, desmitifica una serie de conceptos muy arraigados por la comunidad.
1. La innovación funciona sin inversión pública en los ecosistemas de innovación más eficientes.
Falso. En Silicon Valley, en Massachusetts o en Medellín las ayudas públicas son muy importantes. La inversión pública es básica para superar aquellas fallas de mercado que fuerzan a asumir a las empresas niveles de riesgo que pondrían en peligro su equilibrio corporativo.
Por el contrario, muchas ayudas públicas sin una orientación real de las empresas a la innovación deriva en un uso ineficiente de los recursos públicos como pasa actualmente en algunos países de Latinoamérica.
2. Los ecosistemas de innovación se basan en la triple hélice (empresa – universidad – empresa).
En la mayoría de casos la triple hélice da resultados muy pobres, no es palanca de crecimientos regionales espectaculares, aquí sí que Silicon Valley, Massachusetts o Medellín pueden ser excepciones.
3. Los ecosistemas de innovación no funcionan por falta de capital riesgo
Puede ser. Pero la mayoría de veces lo que realmente falta es talento emprendedor. Cuando hay talento emprendedor el mercado de capital riesgo se desarrolla rápidamente. Es el caso de Chile en la actualidad. La masa crítica de talento emprendedor define la potencia de un ecosistema de innovación y la industria del capital riesgo es su acompañante natural.
4. Un ecosistema de innovación se basa en la valorización de la investigación.
Cierto, pero en la mayoría de casos los investigadores buscan como output hacer “papers” y no muestran grandes esfuerzos en que la I+D sea realmente innovación. Los mecanismos de transferencia de tecnología de las universidades deben pasar a una nueva base en la que el centro de la actividad no es el conocimiento si no la oportunidad de negocio o la solución de problemas tecnológicos o sociales.
5. La inversión privada en innovación es fundamental para un ecosistema de innovación.
Absolutamente cierto. Hay pocas empresas con una verdadera cultura innovadora. La mayoría cree que la innovación es importante pero que no es efectiva y no invierten seriamente en innovación. Sin empresas que lideren la apuesta por la innovación un ecosistema deviene artificial. Lo ideal para un ecosistema de innovación es la combinación de grandes empresas innovadoras en un perímetro compartido con pymes ágiles y innovadoras y una gran efervescencia de start up.
6. El papel de las administraciones públicas es relevante en ecosistemas de innovación avanzados.
Muy cierto, especialmente cuando la administración se aplica la innovación a sí misma, lo que todavía es rarísimo. Pero pueden ayudar mucho desarrollando políticas públicas de ayuda a la innovación si están orientadas a cubrir fallos de mercado más que a dar subvenciones de riego por aspersión (muy poco a muchos) que no sirven para nada. Además las administraciones pueden ser una gran palanca de innovación si aplican la compra sofisticada (o temprana) favoreciendo en sus concursos públicos las soluciones innovadoras autóctonas.
7. Sin una cultura favorable al riesgo y poco penalizadora del fracaso no hay ecosistema de innovación eficiente
Muy cierto. El riesgo responsable y el intentar fracasar rápido y barato son pilares culturales de los ecosistemas de innovación. Las culturas territoriales poco colaborativas, cerradas y muy conservadoras respecto al riesgo son pésimas para los ecosistemas de innovación. Además hay que añadir el factor esfuerzo. La innovación se conjuga con esfuerzo y pasión. Esfuerzo inteligente pero gran esfuerzo.