En América Latina es común encontrar empresarios con fracasos en su historial, llenos de problemas y en serios líos financieros y sociales. No obstante, los tropiezos, más que ser un problema para los emprendedores y empresarios, son una gran oportunidad que contribuye a la sabiduría. A continuación presento tres reflexiones en tono al fracaso.
1. Los ecosistemas de emprendimiento multiculturales no creen en el fracaso
En Silicon Valley es común ver cómo el fracaso es visto como una oportunidad de mejora. Esto se da porque allí existe un gran ecosistema de emprendimiento, el cual se abastece de personas inquietas, en su mayoría foráneos (se estima que el 52 por ciento de los residentes son extranjeros, y por eso es común ver en centros de trabajo, cafés y librerías personas de diferentes nacionalidades compartiendo un mismo objetivo).
Toda la cultura empresarial que se respira en Silicon Valley implica que los mejores talentos llegan a expandir sus carreras y emprendimientos. El paradigma del fracaso no es una barrera de entrada, sino al contrario: es fuente de sabiduría, inspiración y éxito.
2. Rendirse no es una opción
¿Qué sería de la humanidad sin emprendedores como Thomas Alva Edison, quien fracasó más de mil veces para crear la lamparita? Si miramos desde la perspectiva de quienes ven el vaso medio lleno y no medio vacío, podríamos decir que no fueron mil fracasos, sino mil intentos. Lo anterior también se puede asociar con muchos otros casos de exitosos emprendedores como Richard Branson, quien tropezó buscando destronar a Coca-Cola con Virgin Cola, o Henry Ford, quien estuvo en bancarrota más de cuatro veces antes de crear Ford Motors Conpany. Estos ejemplos muestran que el fracaso es la puerta al éxito empresarial: la importancia radica en la capacidad del emprendedor de levantarse de nuevo y seguir adelante.
3. Los empresarios exitosos hablan tanto de sus fracasos como de sus éxitos
El fracaso implica frustración; sin embargo, es una fuente de motivación para crear proyectos que generen valor. En alguna oportunidad tuve la fortuna de cruzar un par de palabras en Santiago de Chile con Marcelo Guital, exitoso emprendedor chileno dueño de Guital & Partners, reconocido en su país por liderar marcas como Aguas Benedictino. A partir de estrategias de marca cien por ciento innovadoras, Guital rompió los paradigmas para convertirse en un gran líder empresarial. Su actitud emprendedora y energía le permite hablar de sus fracasos con tanta pasión como de sus éxitos, y ese mismo espíritu le ha dado la fortaleza para tomar riesgos y conseguir que sus marcas sean protagonistas en las estanterías chilenas. Ahora bien, al lector le quiero hacer una pregunta: ¿cuántas veces ha fracasado?
Sebastián Escobar. Fundador de tres compañías en Colombia. Actualmente es consultor y empresario y lidera el espacio de opinión Sebpartners.co