El sector demostró su potencial resolviendo la necesidad de digitalización que impuso la pandemia y que hoy abarca desde la selección de terrenos, pasando por el diseño y construcción de proyectos, hasta la venta o administración de los activos inmobiliarios, logrando mejorar la eficiencia y la productividad, reducir la incertidumbre y mejorar la calidad de vida de las personas.
“A la fecha, hemos mapeado más de 120 startups Proptech en nuestro el país, lo que representa un salto importante considerando que según un reporte de la plataforma Unissu, solo existían 25 antes de la pandemia”, explica Carlo D’Agostino, su actual presidente.
Según el gremio, las Proptech chilenas levantaron alrededor de USD 150 millones durante 2021, de la mano de fondos de capital de la talla de Goodwater Capital, Fifth Wall, entre otros.
“Proyectamos que durante 2022 esta inversión al menos se verá triplicada y que, en el mediano plazo, este sector podría convertirse en uno de los de mayor crecimiento y salir a conquistar con éxito los mercados internacionales, como está pasando con Houm, Andes STR y Capitalizarme, que podrían convertirse en los próximos unicornios chilenos”, sostiene D’Agostino.
Proptech Chile trabaja en varios ejes estratégicos: el desarrollo del ecosistema, el desarrollo de negocios para los socios, la educación y los cambios en materia regulatoria, para lo cual cuenta con el respaldo transversal del ecosistema.
Además, ya han sellado alianzas a nivel global y local, con WeWork, el MIT, EY y el ESE Business School de la Universidad de Los Andes. Con estos tres últimos, crearán un Datalab y una Academia Proptech.
Paralelamente, el gremio cuenta con una estrategia para generar oportunidades de captación de capital para las Proptech, que incluyen la creación de una red de Corporate Venture Capital global (CVC), además del apoyo de CORFO.