John Freddy Vega, fundador de Platzi, Mejorando.la y Cristalab cuenta lo que aprendió al levantar inversión en la meca emprendedora
Ni Christian ni yo esperábamos, al fundar Platzi, que llegaríamos a Y Combinator o que, levantaríamos 2.1 millones de dólares en nuestra primera ronda semilla.
Invertir está lleno de mitos, mentiras y sorpresas. Quiero ayudarte, con este artículo, a evitar errores el día que quieras levantar dinero para tu empresa.
Y prepararte para los problemas inevitables.
1. Las empresas mueren cuando se les acaba el dinero
Una startup no se muere cuando los founders se van. Tampoco cuando todos los empleados renuncian. O cuando hay un gran escándalo en los medios.
No mueres si tus inversionistas te odian. Ni cuando la junta directiva te despide.
Una startup muere cuando se acaba el dinero en el banco. Cuando no puede pagar sueldos ni deudas. En la bancarrota.
Tu levantas dinero para crecer, sí. Pero sobre todo, para no morir.
2. El público general no entiende de tus finanzas
Tu familia creerá que eres millonario. Tus amigos (y enemigos) creerán que “ya la hiciste” o que “ya triunfaste“. En el mejor de los casos te tendrán envidia o resentimiento. En el peor, te pedirán dinero prestado.
Las personas creen que dos millones es “ser rico” sin entender que NO es tu dinero. O saber que la operación anual de tu empresa puede costar eso o más. Muchos te harán cálculos alegres de cuanto dinero tienes.
Asúmelo, esto es inevitable. Ignoralo. Déjalo ir. Enfócate en trabajar.
3. Las empresas levantan inversión en dos casos
Si necesitas dinero para sobrevivir, vas a vender tú sueño. Tu pitch es de lo que tu empresa logrará. Del producto increíble que crearás. Del tamaño del mercado. Tus inversionistas preguntan cuantos meses de vida te quedan. Es inevitable.
Si es el mejor momento para crecer, muestras tu tracción. Gráficos y hojas de Excel. Testimonios. Dinero en el banco. Te preguntan qué tan grande puede crecer esto, con qué timing levantarás tu próxima serie.
A veces son ambos casos, pero intenta estar en el segundo.
4. Si antes de levantar tenías un problema, ahora tienes dos
Levantar es un logro, pero no es un triunfo. Tendrás menos de libertad. Tus inversionistas esperan reportes constantes. Esperan crecimiento y dedicación al 100% (como debe ser).
Es mentira que tener inversionistas es “tener jefes“. Pero sí te crean una nueva sensación de urgencia y necesidad de triunfar. No puedes fallar. No puedes rendirte. No puedes deprimirte. Al levantar, se asume que apuntas a las estrellas.
5. Es más un préstamo o deuda, que un regalo
Cuando un inversionista te da dinero, sigue siendo su dinero. Sólo cambió a acciones de tu empresa. Ellos esperan que ejecutes bien, contrates correcto, experimentes con éxito y crezcas. Crezcas mucho.
Dependiendo de los términos de la inversión, esperan mínimo, el doble, idealmente diez veces más de lo que invierten. Saben que es muy probable que falles, pero no quieren que pase.
Si tu empresa empieza a caer, tomarán medidas. Te animarán a hacer cambios. A contratar consultores. O lo peor: dejarán de hablarte, porque se rindieron. Si tu empresa fracasa, más que dinero puedes perder a grandes advisors que ya no creerán en ti.
Triunfar, en cambio, te abrirá puertas con sus amigos.
6. Gasta poco, gana poco, haz rendir tu dinero
Levantar es el mejor momento de organizar tus finanzas, eliminar gastos innecesarios y comprar lo que realmente haga una diferencia.
¿Ese candidato que entrevistaste no es un “A-Player“? No lo contrates, no tienes tiempo ya para eso.
Gastar a lo loco cuando levantas dinero es la mejor forma de matar tu empresa. Contrata con más cuidado. Invierte inteligente. No quemes dinero. No quemes dinero. No quemes dinero.
Asume que esta es la última vez en la vida que levantarás inversión y tu empresa sobrevivirá.
7. “Fundraising” es un juego de números
El mito del “inversionista” solitario, rara vez se hace real. Las verdaderas rondas de inversión tienen muchos inversionistas. Pueden ser cinco, diez, hasta treinta. Las rondas de inversión son una combinación de organizaciones, fondos y personas.
Por ende, habla con muchos inversionistas, en un corto periodo de tiempo. Muchos dirán que no, algunos dirán que sí. Muchos hablarán de ti a tus espaldas (y eso no está mal), por ende, sé siempre honesto.
Y no tomes mucho tiempo para cerrar la ronda. O ellos sabrán que algo anda mal.
8. Ningún pitch o historia sobrevive a una hoja de Excel
Vas a cambiar el mundo. Vas a conquistar el “1%” de China. Tu app revolucionará las redes sociales. Tu idea va a mejorar la vida de las personas.
Quizás.
Pero si tienes tracción o ingresos, mejor. Si creces cada semana, mejor. Si persigues una sola métrica, con disciplina y muchos números, mejor.
Y si tu historia no corresponde a tu crecimiento. Si eres el CEO de un bote en llamas, trabaja mucho en tu pitch, para que sobreviva a tu Excel financiero.
9. Los buenos inversionistas lo demuestran en los términos de inversión
Levantar inversión es un tipo de matrimonio. Tendrás una relación con estas personas por mucho tiempo. Si un inversionista es mala persona contigo antes de invertir, ¡Imagina después!
Casi todos los inversionistas son excelentes en persona. Gente amable, que escucha con sabiduría, llenos de consejos y admiración por ti. Para eso les pagan, para conocer gente. Son expertos jueces de carácter y grandes detectores de mentiras.
Los inversionistas son maestros en decirte que no, de forma ambigua. Porque dejar la puerta abierta es gratis y les permite cambiar de opinión. NO tienes inversión hasta no tener dinero en el banco. No importa qué tan amables sean contigo.
La mejor forma de juzgar un buen inversionista es en sus términos de inversión. ¿Quiere algo que te parece abusivo? Negocia. ¿Le parece que tu valuación es muy alta? Negocia. No te contentes. Es un matrimonio. El divorcio es muy caro.
10. Tus logros serán menos admirados
Ser founder de una startup es tener un ego de titanio y una humildad masiva. Porque todos te juzgarán sin datos ni conocerte. Si estás en esto por la fama o si te importa lo que la gente diga de ti, no elijas el camino del founder.
Cuando levantas inversión, todos tus logros serán explicados así.
- Nueva oficina: “Obvio, porque levantó plata”.
- Una gran contratación: “Claro, con X millones, todo es posible”.
- Tus usuarios aman tu producto: “Pfft, seguro les pagaron para decir eso”.
- Te entrevistan en TV: “Eso es pura palanca porque ahora levantó dinero”.
- Tu competencia habla mal de ti: “A esos se les subió el dinero a la cabeza”.
Nada que hacer, excepto sentarte a trabajar, hablar con tus usuarios y crear una empresa increíble. Es lo único que importa.
Y felicitaciones, levantaste inversión. *No significa nada*, hasta que no ejecutes. Es apenas un primer paso. Consigue clientes, desarrolla producto, olvida tu vida personal y cambia el mundo.
Geoff Ralston escribió una gran guía de fundraising para YC que vale la pena leer completa. Si vas a levantar, prepárate a leer mucho, mucho más.
No lo olvides, no es tu dinero, es su dinero. Pero sí es tu empresa.
John Freddy Vega. Ceo y founder de Platzi.com, Mejorando.la y Cristalab