Estamos emprendiendo un nuevo año y todo puede suceder. Tal vez lo hayas planificado con un plan de negocios para el 2016, tal vez lo transites apoyado en tu intuición; o bien mezclando planificación con corazonadas.
Como sea, un año que comienza es un emprendimiento que nace y dentro de 365 días hay que presentar balance. Y el saldo positivo dependerá más de uno mismo que de hecho fortuitos.
El año, como ocurre desde el inicio de los tiempos, presentará innumerables oportunidades todo el tiempo y dependerá de cada uno aprovecharlas.
2016 nos hará vivir momentos duros, tragos amargos, días de gloria y situaciones inolvidables. Como aprovechemos cada segundo del año depende de uno mismo. No se trata de azar sino de actitud, visión, templanza y carácter.
Me viene a la cabeza una historia que grafica cómo las diferentes actitudes frente a un mismo suceso, determinan el curso de los acontecimientos y generan diferentes destinos ante cada decisión.
«Es la historia de una piedra y el hombre:
El distraído, tropezó con ella,
El violento, la utilizó como proyectil,
El emprendedor, construyó con ella,
El campesino, cansado, la utilizó de asiento,
Drummond, la poetizó,
David, la utilizó para derrotar a Goliat,
Y Michelangelo, le sacó la más bella de las esculturas,
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre»
Que tengamos un 2016 lleno de productivos emprendimientos espirituales, familiares, sociales, empresariales, profesionales y del tipo que sueñes y propongas.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
Excelente artículo editorial Marcelo!
Muy apropiado en estas épocas difíciles donde se tropieza tanto con la «piedra» y no se la valora por ignorancia
Feliz 2016!
Juan