Emprender no es fácil. Vas a pasar momentos difíciles y puede que sientas ganas de abandonar. No lo hagas si está en tu anhelo es llevar las riendas de tu propio destino.
El emprendedor tiene en su ADN una pizca de rebeldía; ese componente necesario que lo lleva a buscar la form a de sentirse el dueño de su destino y no el esclavo de un salario.
Hoy, cuando emprender parece ser “cool” y cualquiera siente que puede crear un Google desde su escritorio, es el momento de ser francos y dejar de vender humo.
Emprender no es tan sencillo como les gusta contar a los “stars” del ecosistema desde los escenarios, la tv y las tapas de revistas. Te hablan de posibilidades, millones y contactos como si fuese soplar y hacer botellas. Los ves y los escuchas en todos lados, lo mismo que al entusiasta grupo de emprendedores “fans” que los escuchan ensimismados con la expectativa de poder hacer negocios con ellos.
Mi experiencia personal es que son muy pocos los que logran sacar provecho real del acercamiento a las estrellas del ecosistema; porque generalmente funcionan como una especie de club semi cerrado. Es como si te invitaran a su casa, pero solo hasta la puerta.
Por eso, lo mejor que podes hacer es dejar de endiosar a otros y ponerte a vos mismo en el altar. Confiar en tus posibilidades, en tus cualidades, en fuerza, en tus ideas… Nadie va a hacer nada por vos, sino no sos el primero en creer.
No creas que es fácil, no le creas a quienes te presentan una versión edulcorada del emprendedorismo; vas a pasar momentos difíciles, puede que sientas ganas de abandonar, tal vez haya momentos en que todo te parezca inalcanzable.
Si estas firme en tu anhelo de ser el dueño de tu destino, no abandones. Pero si te dan ganas de largar todo, antes de hacerlo, lee este escrito de la Madre Teresa:
“Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!”
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
[email protected]
Oigan Emprendedores y Emprendedoras, esta publicación ayuda en el momento de la indecisión, la duda o desaliento
para proseguir en el camino hacia la meta. muy bueno