Después de subir como la espuma y de hundirse como una piedra, los inversores y los ciudadanos se preguntan cuánto puede haber de burbuja en el bitcoin y cuánto de futuro en unas criptomonedas que se cuentan actualmente por decenas.
El Banco Central Europeo alertó recientemente que podrían «crear un riesgo para la estabilidad financiera» y el Fondo Monetario Internacional alertó ayer que podrían ser usadas para el blanqueo de capitales o financiar actividades ilícitas. El organismo dirigido por Christine Lagarde, sin embargo, sí dejó entrever que «pueden tener algunos beneficios» aunque resaltó que será necesaria la cooperación de todos los países del mundo.
Las monedas virtuales no está respaldadas por un Banco Central, ni por el tesoro de ningún Estado, ni se pueden falsificar y se cambian directamente entre internautas que las autorregulan. Algunas están limitadas en número, otras no. Operan en su mayor parte bajo blockchain, una tecnología descentralizada que se considera la futura base cibernética.
¿Cuáles son las principales criptomonedas que existen en la actualidad y qué características tiene cada una?
Bitcoin
La más famosa y la que ha despertado la fiebre por las criptomonedas. Creada en 2008 por uno o varios informáticos bajo el apodo de Satoshi Nakamoto, está limitada desde sus orígenes a 21 millones de unidades, de las que ahora hay 17 millones en circulación. Usa tecnología blockchain, sus usuarios son anónimos, la controla una red de ‘mineros’ que gestiona las transacciones y crea las monedas. Algunos expertos la denominan ya el «oro 2.0» porque, aunque es más lenta que otras monedas (solo hace diez transacciones por segundo) y se usa primordialmente como ‘moneda refugio’ para los inversores. De hecho, cuando bitcoin se ‘resfría’… el resto de criptos ‘estornudan’ y pierden valor en los mercados.
Ether
La segunda de las monedas virtuales en importancia —conocida como Ethereum por ser el nombre de su plataforma— fue creada en 2011 por el ruso Vitalik Buterin. Comparte una característica con bitcoin, que es su funcionamiento bajo tecnología blockchain. Pero se diferencia en que no existe un límite de monedas para sus ‘mineros’, como sí ocurre con la creada por Nakamoto. Funciona a través de smart contracts (contratos inteligentes), unos códigos de programación que democratizan digitalmente los acuerdos y por lo tanto aseguran su cumplimiento. Es 50 veces más rápido operar con Ether que con bitcoin (las transacciones tardan menos de 20 segundos en realizarse)
Ripple
Surgida en 2012, es la ‘niña bonita’ de la banca y la tercera criptomoneda más importante. La gran diferencia de XRP —se la denomina comúnmente Ripple porque es el nombre de la empresa que la gestiona— es que a diferencia de bitcoin no está basada en tecnología blockchain y por lo tanto no está descentralizada, no es libre, requiere conocer la identidad de quien opera con ella, es muchísimo más rápida que bitcoin (en seis segundos puedes enviar dinero a cualquier lugar) y por todas estas cosas se ve con mejores ojos por el mundo financiero. Dos entidades españolas como Santander y BBVA ya operan con ella. Existen cien mil millones de Ripples pero no todas está en circulación porque la empresa se guarda la mitad en modo de garantía.
Litecoin
Ha sido la hermana pequeña de Bitcoin desde su creación en 2011 por Charlie Lee, exejecutivo de Coinbase, la plataforma en la que se adquieren la mayoría de las criptomonedas. Más barata, más ligera (las transacciones se hacen mucho más rápido), más fácil de encontrar (se creó para que en el futuro existan de 84 millones de monedas, cuatro veces más que el límite de bitcoins)… y operable también a través de blockchain. Su ventaja es precisamente la rapidez: procesa sus bloques cada 2,5 minutos en vez de cada 10 minutos.
Bitcoin Cash
Si eres seguidor de las series y sabes lo que es un spin-off, el Bitcoin Cash es precisamente eso: una nueva versión del bitcoin (un fork). El 1 de agosto de 2017 se llevó a cabo esta varación y todo aquel que tenía entonces bitcoins, pasó a tener esa misma cantidad en Bitcoin Cash. Desde aquella fecha, ya operan de forma independiente. Algunos expertos la ven como el relevo de Bitcoin, quizás no como valor refugio, pero sí como moneda transaccional ya que permite operaciones más rápidas y con menores comisiones.
Si el Bitcoin Cash era un spin-off, el Dogecoin se podría considerar un meme, otra de esas palabras surgidas al calor digital. Nació así en 2013, como una parodia sobre el auge de las monedas virtuales. Pero la broma ideada por el estadounidense Billy Markus y el australiano Jackson Palmer, que crearon esta moneda virtual copiando la tecnología de Litecoin, se hizo sin embargo realidad. El Dogecoin existe, se intercambia en la red de forma descentralizada, existen cien mil millones de monedas, es tan famosa que es la segunda más intercambiada después de Bitcoin, la más barata en comisiones y es incluso más rápida de Litecoin.
Iota
«La criptomoneda para el Internet de las cosas», explicaba recientemente a 20minutos Luis Vaello, director de operaciones de Bitnovo. Y su propio nombre lo indica: Internet-Of-Things. Nació en 2015 y la gestiona una organización sin ánimo de lucro alemana que quiere convertirla en la moneda usada en el futuro para las transacciones de millones de aparatos conectados a la red. Imaginen un frigorífico que lance ordenes de compra directamente al supermercado y efectúe los pagos en esta moneda. O una línea de producción que detecte la falta de stock y lance órdenes de compra pagadas con Iotas. En vez de usar tecnología de bloques, utiliza Grafo Acíclico Diricto (DAG), una arquitectura enmarañada a la que se apoda Tangle. Y existe número fijo de iotas desde su nacimiento: 2.779.530.2832.77.761 monedas
Dash
Es una abreviatura de Digital Cash (moneda digital) y la creó en 2014 el estadounidense Evan Duffield. Su diferencia respecto a otras monedas es que, aparte de la tecnología descentralizada y de la minería —que sí tienen monedas como Bitcoin— permite realizar tanto transacciones instantáneas, como privadas. Estas dos últimas funciones no las gestionan los mineros, sino que se tramitan a través de masternodes en un segundo nivel. También es ocho veces más rápida que Bitcoin con 56 transacciones por segundo. Los expertos la consideran una de las monedas más seguras porque exige a sus masternodes tener al menos 1.000 Dash para actuar como tales.