Emprender es una tarea de mucho esfuerzo y triunfar en una empresa o cualquier tipo de negocio no es un proceso que vaya a ocurrir de la noche a la mañana así como de forma instantánea.
La mayoría conoce primero el fracaso antes de conseguir triunfar. Aprenden de los errores que cometen para poder seguir adelante en el camino. Un proceso que requiere mucha dedicación y trabajo.
Si puedes evitar los errores que aparecen en los primeros meses de creación es mucho más sencillo alcanzar lo propuesto. A continuación presentatemos los siete errores más comunens que cometen los emprendedores en forma temprana, errores que podrían hacerte fracasar.
Los 7 errores de los emprendedores que harán fracasar tu negocio:
1. No conoces a tus clientes
Esto puede sonar a viejo, a una cosa que se repite muchas veces desde hace años, pero la realidad muestra que sólo unos pocos emprendedores lo aplican.
Es crucial llegar al interior de tu audiencia, a sus pensamientos, conociendo lo que les interesa, que inquietudes tienen. ¿Qué problemas se han encontrado? ¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Qué objetivos están persiguiendo?
Hay que conocer a esas personas, intentar empatizar con ellas. Tu negocio no existe sin ellos y por eso son una de las piezas más importantes. La mayoría de emprendedores fracasan porque viven en una burbuja donde todo es un sueño, no están en la calle para conectar con la gente real. La compañía tiene que tener una raíz que provenga del día a día de los clientes.
2. Estás atascado en una trampa mental
Todos tenemos ciertos patrones de pensamiento que solemos seguir. Normalmente están relacionados con nuestra forma de ser o la cultura que nos rodea. Otras veces se trata de formas que hemos adoptado en trabajos anteriores, donde alguien nos dijo que era lo más adecuado. A veces ocurre que es algo que hemos leído y se nos queda guardado.
La cuestión es que es necesario ser flexible para poder cambiar nuestro punto de vista sobre cualquier tema. No hay que tener la mente cerrada ni seguir una idea a piñón fijo. Sólo por pensar que una cosa es la mejor no significa que lo sea en realidad. Retar al pensamiento se consigue tomando riesgos, probando nuevas cosas y experimentando con diferentes puntos de vista.
3. Ignoras las fuerzas del mercado
El mercado es impredecible, indomable y a veces estresante. Pero tienes que aprender a cooperar con él. Si pretendes que las fuerzas que lo imperan no te afectarán a ti o a tu industria, estás poniéndote a ti misma en una situación de extremo fracaso. El mercado es impersonal, no importa los sentimientos o planes que tengas. Tienes que ajustarte a él pues nadie va a hacerlo por ti.
4. No ejecutas de forma rápida
Todas las ideas, todos los proyectos, tienen que llevarse a cabo de la forma más adecuada y rápida posible. Puedes tener unos planes de negocios fantásticos, únicos y revolucionarios pero al menos que los ejecutes nada pasará.
Triunfar significa ser más rápido que la competencia. Si dejas que otro realice algo antes que tú estará tomando ventaja y posicionándose en el mercado. Las mejores emprendedoras no son aquellas que sueñan, sino los que toman acciones rápidas, se apresuran por conseguir lo que se proponen.
5. Estás ocupado con tareas equivocadas
Estar ocupada no es una señal de tener éxito. No es ni siquiera una marca de productividad. Es algo bueno si estás haciendo las cosas adecuadas. La mayoría de emprendedoras se cargan de horas realizando tareas, y eso les ciega para ver que no son las adecuadas. Hay que tener claro lo que se está haciendo y los motivos para ello.
Por eso es primordial cada mañana o la noche anterior, antes de empezar la jornada, tener un plan sobre las tareas más importantes a realizar, dejando de lado las poco prioritarias. Mantener la concentración en ellas producirá mejores resultados y una mayor productividad. Saber gestionar el tiempo es fundamental.
6. No te centras en los ingresos
Es algo muy grande. Ingresos. Es cierto que en un entorno de empresa hay que estar centrado en muchas cosas pero si pierdes la vista a los ingresos entonces estarás prácticamente diciendo adiós a lo que habías diseñado.
Es una de las señales más peligrosas y que más hay que tener en cuenta. Es el objetivo final, donde se acaba el juego. Tienes una pasión, pero haces esto para ganar dinero. No dejes que las finanzas acaban destrozando todo y nunca contraigas deudas que no puedes asumir.
7. No tienes una vía financiera alternativa
El capital es lo que mantiene tu empresa viva. Una vez se ha esfumado tu negocio se irá con él. No hay posibilidad de supervivencia posible. Por eso hay que tener siempre un ojo puesto en las finanzas, controlando las entradas y las salidas, así como la cantidad que hay en las cuentas.
Es importante tener una alternativa, para ese momento en el que la empresa está a punto de quedarse sin fondos. Hay que buscar personas que puedan aportar, incluso alguien conocido que quiera invertir. Vender la idea de negocio como algo espectacular, donde los inversores quieran apostar su dinero para tener un retorno más elevado en el futuro.
Alejandro García