Para no caer en el caos y tener así que dudar de todo, el cerebro intenta preservar un orden interno. Tiene la necesidad de confiar en que las cosas ocurrirán de cierto modo, pero eso puede llevarnos al error. Presumir es sospechar, conjeturar, juzgar según los hechos pasados y sostener lo que se cree hasta que se pruebe lo contrario. Es una expectativa razonable sobre el futuro que dirige la atención.
Toda persona es inocente hasta que se pruebe su culpa. El propósito es que por error no se condene a un inocente. Para avanzar en la lectura o en la escucha usamos presunciones de comprensión (que entendemos), de verdad (que el autor dice algo verdadero, de valor (que tiene un interés particular en lo que expresa. La presunción de comprensión otorga continuidad al relato, la de verdad permite suponer que se manifiesta algo cierto y la de valor que por algo se dice lo que se dice. Wittgenstein llamaba formas de vida a lo que usamos para diferenciar las respuestas correctas.
El efecto de la presunción es invertir la carga de la prueba, quien sospecha debe argumentar. Ningún enunciado es inocente, implica una evaluación que guía el proceso de razonar. Rechazar una presunción inicia un ciclo argumental de apoyos y rechazos.
Virtudes epistémicas. Son virtudes del carácter del pensador. Si alguien se aferra demasiado a sus creencias, es una señal de que no reflexiona acerca de ellas. Wittgenstein propone huir de las certezas o ignorancias absolutas, reteniendo las particulares o específicas. Mientras se comprende se confía y la certeza práctica es ciega. Al interpretar se descifra, se pluraliza, se pone en marcha un ciclo argumental reconstructivo.
El pensamiento único sólo considera un punto de vista. Ante eso se debe sospechar. Aprender a pensar es evitar la sistematización ilegítima que no considera las diferencias particulares. Las presunciones deben ser razonables y sujetas a pruebas y cambios, ya que la verdad es una construcción. Como decía Freud “la herejía de una época es la ortodoxia de la otra”, un loco es un genio cuando alcanza el éxito.
A las virtudes del pensador se suman las virtudes argumentales como objetividad que enfrenta lo subjetivo, explicación que no acomoda los datos a la creencia, contraste con la realidad y las predicciones que mejoran las presunciones porque permiten comprobar o falsear las teorías.
Aprender a pensar implica dominar diferentes sistemas de pensamiento: pensamiento crítico, pensamiento creador, pensamiento estratégico.
Un camionero brasileño que circulaba a contramano chocó de frente con el ómnibus de la empresa Plus Ultra, que se redujo a cenizas. En la lista de pasajeros figuraba una mujer que no pudieron identificar entre los cadáveres. El ministro de Salud de Mendoza, Argentina aseguró que eran 17 los muertos: 14 cuerpos carbonizados identificados, dos personas que fallecieron camino al hospital y el camionero. Otras 14 resultaron heridas. En la lista de pasajeros figuraba Mónica Barzotta lo que fue confirmado por su familia. El misterio fue que Mónica no aparecía.
El método de la investigación. “Yo nunca hago conjeturas” decía Sherlock Holmes. “Debemos conquistar la verdad mediante conjeturas o no la conquistaremos de ningún modo” expresó el filósofo Charles Peirce. El descubrimiento más importante de Peirce fue la abducción, un mecanismo mental que se separa de la deducción y la inducción y que es indispensable tanto para la ciencia como para la vida común. Es parecida a adivinar. Algunos aciertan con frecuencia. Sus principales ingredientes son la falta de fundamento, su omnipresencia y la confianza que depositan en ella.
Siempre que vemos algo solemos traducirlo en una frase. La observación debe ser confirmada por el razonamiento. La fábrica de aprender es un proceso de abducciones confirmadas por inducción. La mente se ve restringida por la naturaleza en el momento de la observación.
“Elemental Watson decía Holmes”. Desde el hecho sabía cómo llegar a las premisas. Entre miles de posibilidades Newton supuso que la ley debía ser una. El privilegio de encontrar la causa debe cultivarse. El azar, decía Pasteur, sólo beneficia a las mentes preparadas. Nadie registra como llegó a los indicios reveladores. De la manzana que cayó en su cabeza, Newton dedujo la ley de gravedad, otro hubiera maldecido ante tal suceso. De los juicios de percepción, muchos inconscientes, nos formarnos una idea del mundo, proposiciones universales que pueden deducirse de ellos.
La diferencia entre percepción y abducción es que esta última requiere análisis lógico, mientras que la percepción está más allá de la crítica.
De la creación de la hipótesis (abducción) se deducen consecuencias (deducción) y se realizan pruebas y experimentos (inducción).
Todo razonamiento es pensamiento pero no todo pensamiento es razonamiento. La abducción es el tipo de razonamiento que brinda un argumento nuevo. Conjeturando fabrica conocimientos y produce emociones. Y no es que Holmes no conjeture sino que lo hace demasiado bien. Para evitar la ley de Murphy hay que tener en cuenta los detalles. Cuando se ha excluido lo imposible, lo que queda aunque improbable puede ser la verdad. El juego de las 20 preguntas es el equivalente intelectual al juego caliente o frío, donde el factor verbal es mínimo. Las hipótesis basadas en prejuicios, que no se prueban con inducciones, son las más peligrosas. Hay que mantener la cadena, conjetura prueba, conjetura. El error es hacer coincidir los hechos con la teoría en lugar de adaptar la teoría a los hechos. La abducción parte de los hechos sin tener una teoría, aunque la busca. La inducción busca hechos. Los hechos en la abducción sugieren la hipótesis y la deducción los experimentos u observaciones a realizar.
El juego de la libertad conecta los universales de la experiencia, los hechos, las ideas que surgen y los signos que conducen a la causa.
Razonar hacia atrás. Es muy útil pero se practica poco, porque es más útil en la práctica razonar hacia adelante. Ante varios sucesos cualquiera puede predecir el resultado, hay poca gente que pueda razonar al revés, hasta la causa que los produjo, llegando a ella paso a paso. Cuvier podía describir todas las partes de un animal con la simple observación de un hueso. Desde cualquier punto se puede avanzar hacia adelante o hacia atrás.
¿Cómo se resolvió el misterio de Mónica Barzotta? La abducción sugirió la hipótesis que luego se confirmó, que ella debió bajarse antes de que ocurriera la tragedia y que por eso se salvó. Apareció viva en un hospital, porque se había bajado antes por una descompensación en su salud.
La negación de la realidad. Es un mecanismo mental de defensa para enfrentar situaciones dolorosas. Consiste en actuar como si algo no existiese o no hubiera sucedido. Ojos que no ven corazón que no siente. Si bien provoca beneficios inmediatos, a mediano y largo plazo paraliza la capacidad de realizar cambios, no advertir lo que está pasando y encarar la vida buscando un alivio transitorio sin atacar a fondo el problema.
Para esta persona el problema no existe y considerarlo, lo toma como miedo. Entonces el problema crece. El arma para luchar contra la negación es el principio de realidad. La realidad existe pero lo que vale es la percepción. Un optimista verá la botella medio llena y un pesimista medio vacía. Esto sugiere respuestas distintas. Negar que el cigarrillo hace daño puede llegar a graves problemas de salud. Una negación continua y prolongada perjudica al que la realiza. Como dijo Oscar Wilde: “Ni durmiendo, ni soñando, nunca se deja de ser responsable … al estar encargado de algo”.
Una tragedia anunciada. En el estudio de la gestión de riesgos existen las fallas latentes. Se trata de errores por falta de control de los sistemas de prevención, que dejan funcionar y se ponen en evidencia cuando ocurre la catástrofe. Hay fallas internas de la organización, de los organismos de control o falta de planes de emergencia. En la tragedia comentada, la policía fue advertida que el camionero circulaba a contramano y no hizo nada.
La habilitación formal de un local, o que una persona tenga su registro para conducir, no garantiza el funcionamiento de un sistema, porque las personas y los dispositivos fallan. Es necesario realizar simulacros para verificarlo. También la experiencia puede jugar en contra.
En el incendio ocurrido en la ciudad de Buenos Aires en febrero de 2014, las paredes cayeron sobre los bomberos que apagaban el incendio cuando habitualmente se desploman hacia adentro. Hay que aprender y registrar las experiencias para no repetir errores.
En la vida siempre hay catástrofes. Según Darwin, los árboles grandes son los más aptos para sobrevivir por sus raíces extendidas, sin embargo al roble lo vence la tormenta. El junco cede, por eso la tormenta no puede dañarlo. La hierba no tiene raíces, hasta un niño la puede arrancar, ella se adapta mientras que el árbol resiste. Para enfrentar una catástrofe algunos sobreviven por su flexibilidad, otros prefieren morir de pie
En Haití los sobrevivientes sentían pánico mientras los edificios se caían. Se aferraban a columnas de cemento que se hacían polvo entre sus manos. En cambio, las casas de Chile están diseñadas para soportar temblores. Sus esqueletos bailan entre las ondas sísmicas sin resistirlas. Los edificios fueron dañados, pero no derruidos. En Haití, el país más pobre de occidente, tenía sólo tres edificios antisísmicos. Chile tiene más ingenieros especializados. Sus consejos son aceptados en la construcción y en planes de emergencias. Chile está preparado.
La ley de Murphy. Ante el agotamiento de los recursos, la contaminación, el calentamiento global y los desastre naturales es imprescindible adoptar medidas de prevención y defensa civil. Hoy más que nunca para hay que saber tratar al medio ambiente.
Hace 800 años un emperador chino previendo los desastres, sin poder identificarlos puntualmente, creó una reserva para afrontar calamidades. El huracán Katrina en EEUU se llevó 10.000 muertos por imprevisión., pero el huracán Denis no produjo víctimas en Cuba porque había un plan de emergencias. El ambiente sano es un derecho humano. Un sistema sustentable requiere mentes pensantes con mentalidad ecológica.
En Atenas vivía Procusto, un maniático de la uniformidad. Para imponer la igualdad los viajeros eran acostados en una cama: “el lecho de Procusto”. A los petizos los estiraba hasta alcanzar el tamaño del lecho y a los más altos les serruchaba las piernas. Se referencia al lecho de Procusto cuando alguien quiere forzar la realidad para acomodarla al modelo. El Titanic avanzaba hacia una tragedia pero nadie vio el témpano con el que iban a chocar. Su ceguera era ideológica: no sabían que sólo tenían 20 botes ni que la coraza de acero del barco no era la mejor.
Las historias de quienes evaden la realidad terminan mal. A Procusto Teseo le aplicó su propia.
Aprender de las tormentas. Cuando pasan limpian la tierra, terminan con las plagas y muestran nuestros errores. Hay que perderle el miedo al miedo. Cuanto más atemoriza el fracaso, más cerca se halla. Uno cree que el problema está afuera, pero uno mismo es el problema. La resiliencia es la capacidad aprender en la adversidad como se salir de ella. El principio es que lo que no te mata fortalece.
El costo de cambiar la realidad. Para Aristóteles “la realidad es la única verdad” y, tarde o temprano, se lleva puestos a los que reniegan de ella y todos pagamos sus errores. Para cambiar la realidad hay que mirarla con objetividad. Para Machado “nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. La causa de los problemas es no conocer la causa. Si no creemos en la verdad y en el conocimiento sigamos probando con la mentira y con la ignorancia. Para cambiar en serio aprendamos a separar la percepción de la realidad.
Finlandia salió de la pobreza haciendo de la educación su política de estado. Hace unos años se publicó un estudio de la Universidad de Munich que afirmaba: “Si se quiere conocer donde estará ubicada una nación en el escenario internacional en el 2050, no hay que prestar atención a sus activos financieros y a sus recursos naturales, sino conocer cuál es hoy el nivel educativo de sus adolescentes de 15 años”.
Las deficiencias educativas tienen un desgaste económico para los países. La Unesco estima que el costo de que 250 millones de niños en todo el mundo no estén adquiriendo los conocimientos básicos genera pérdidas anuales por 129.000 millones de dólares. Promover una educación de calidad ofrece una enorme recompensa económica y redunda en un aumento del producto interno bruto de un 23 por ciento a lo largo de 40 años.
La Unesco recuerda que para lograr una educación de calidad se debe contar docentes a quienes deben «proporcionarles formación pertinente, destinarlos a zonas en las que sean más necesarios y ofrecerles incentivos para que adquieran un compromiso a largo plazo con la enseñanza».
Lo más preocupante es la indiferencia de gobernantes con la educación. No pueden seguir indiferentes a este desafío que hace al futuro de los niños, que son los padres del hombre que serán. La industria pesada de un país es la educación, porque es la que fabrica los ciudadanos del futuro. Hay países que lo entienden y otros que van a la deriva. Son los que basan en un principio equivocado: “Piensa mal y acertarás”.
*CEO de Ilvem. Mail de contacto: [email protected]