De paseo por el monte, di de manera casual con las tablas de la ley del emprendedor, que, para satisfacción de todos, me propongo compartir.
Son diez mandamientos para la buena salud financiera de la startup.
Id y dad testimonio.
- Dar prioridad a actividades que generen caja: aunque no pertenezcan al “core business” del negocio, o no sean las funciones que más apetezca desempeñar al emprendedor, conviene empezar de manera humilde con trabajos que permitan empezar lo antes posible la entrada de liquidez.
- Aliarse con socios estratégicos que aporten activos necesarios: la financiación del emprendedor se destinará en buena parte a financiar activos. Si un socio puede permitir el acceso a ellos al emprendedor sería aconsejable llegar a un acuerdo o alianza (vía entrega de acciones, por ejemplo), que se traduzca en una reducción de necesidades financieras.
- Pedir poco dinero a los inversores; y lo poco que se pide, poco a poco. Las pretensiones elevadas asustan a los inversores. Además, si se ajustan las rondas de financiación a los hitos conseguidos se obtendrán mejores valoraciones por el negocio y un menor coste de capital.
- Seguir un enfoque 80-20 en el diseño de productos: relacionado con el primer mandamiento, conviene que el emprendedor disponga de una versión funcional lo antes posible para salir al mercado y empezar a generar caja. En el diseño de productos se cumple la ley de Pareto: el 20% final de las especificaciones consume el 80% del tiempo total de desarrollo.
- No malgastar dinero en patentes o demás defensas: las patentes son inútiles si no se pueden defender. Y para defenderlas el emprendedor necesita dinero (que no tiene). Salvo casos excepcionales, conviene que el emprendedor recurra al secreto industrial.
- Limitar el inventario: supone una elevada inversión cuando menos recursos se dispone.
- Seleccionar a los clientes (evitando la morralla): favorecer el cobro anticipado concediendo descuentos es mucho mejor que conseguir mejores márgenes dando crédito a clientes. Estamos en el mismo caso que el mandamiento 6. Se necesita financiación adicional, en este caso para dar créditos a clientes. Además, es preferible un cliente discreto o desconocido que pague antes o permita el acceso a un confirming a otro de más nombre pero que tensione nuestra tesorería.
- Buscar competencia en proveedores: no sólo para conseguir mejores precios, sino también mejores condiciones de pago. Ahora con la crisis, es posible.
- No incurrir en costes fijos salvo fuerza mayor, en especial personal laboral. Esto me va a costar un mal de ojo de gobierno, oposión y sindicatos (qué se le va a hacer). Cuando más use el emprendedor la subcontratación más fácilmente llegará al punto de equilibrio (disminuye el peso de los costes fijos). En situaciones de crisis, este mandamiento puede salvar completamente al proyecto de la quiebra.
- Endeudarse sólo si se puede devolver la deuda con recursos generados intrínsecamente. El banco es muy mal acreedor, pues se obstina en cobrar el crédito recurriendo incluso a procedimientos judiciales. Conviene acompasar el pago de la deuda con la generación de caja que precisamente esa deuda ha posibilitado. Si no se puede, entonces hay que inyectar fondos propios.
Todos los mandamientos anteriores se reducen a dos: ordenarás tu plan de negocio para generar caja lo antes posible, y amarás a tu cliente como a ti mismo.
fuente: Finanzas para Emprendedores
Buenicimo, muy clarito. Hector