No es ciencia ficción: el primer órgano humano será impreso durante este mes de marzo. Mirónov precisó que se tratará de la impresión 3D de una glándula tiroides, porque “es muy simple: por un lado tenemos la entrada arterial, por el otro la salida venosa y entre ellas un tejido celular […] La parte más difícil será demostrar que funciona en un organismo vivo”, subrayó.
Antes, se llevará adelante un experimento de laboratorio con un ratón. En primera instancia, los científicos expondrán la tiroides a yodo radiactivo para reducir drásticamente el nivel de hormonas en el cuerpo del roedor. Posteriormente, realizarán el trasplante de una glándula impresa para comprobar si el nivel hormonal retoma los valores normales. De hallarse una respuesta positiva, el trasplante habrá funcionando.
Mirónov señaló la importancia de apuntar a la impresión de un hígado o un riñón, cuyo mal funcionamiento ocasiona una enorme cantidad de muertes y dolencias, lo que no sucede con las glándulas tiroides dañadas.
Según las estimaciones del científico, el primer riñón será impreso en 2018. “Si vamos a imprimir con éxito la tiroides, hacer lo mismo con el riñón será solo cuestión de tiempo”, aseguró.
El laboratorio ha utilizado la tecnología de impresión tridimensional para imprimir plásticos, cerámica y metales existentes, y ha adaptado al material biológico las células. Antes de la implantación de la glándula artificial en ratones, había sido «cortada» con yodo radiactivo.
El laboratorio fue creado en 2013 por Vladimir Mironov, un ingeniero especializado en los tejidos y fundador de dos empresas de nueva creación en los EE.UU.