Más que tendencia, una realidad que no para de crecer. Ser freelance parece ser la posición más tentadora para los trabajadores actuales, que priorizan tener el control de su tiempo, balanceando vida personal y profesional.
Ser freelancer implica una alta cuota de organización para dedicarse a diferentes trabajos desde la comodidad de su casa, un bar, un espacio de coworking o donde pueda y quiera. Trabajar por cuenta propia brinda la oportunidad de mayores ingresos aunque corriendo el riesgo de enfrentarse a la necesidad de renunciar al tiempo personal para poder responder con todas sus responsabilidades.
Entre las profesiones con mayor adeptos de freelancers se encuentran los desarrolladores web y de apps, diseñadores gráficos, editores audiovisuales, periodistas y community manager.
Qué valoran los freelancers
El beneficio más preciado es poder tener el control del tiempo. Trabajar desde la comodidad del hogar permite destinar espacio a las actividades de desarrollo personal o profesional que uno quiera, en el horario que más le convenga. En este rubro se incluye también el tiempo dedicado a la familia y los afectos, ya que al no estar atado al yugo horario, uno puede compartir y continuar sus tareas en el momento que disponga.
El dinero también cumple un rol importante en el teletrabajo ya que la independencia permite captar varios clientes en forma simultánea.
Los riesgos
La procrastinación es uno de los principales enemigos del teletrabajador. Es como un fantasma que lo persigue y cuando lo atrapa causa daños en el cronograma de trabajo, poniendo en riesgo la continuidad del cliente y la economía del freelancer.
Una buena estrategia para prevenir la procrastinación es escribir un listado diario de actividades y tenerlo en un lugar visible a modo de recordatorio constante.
El lugar de trabajo, una elección importante
Aunque muchos freelancers trabajan desde la cama o su habitación, no es lo más recomendable. Lo ideal es tener un espacio en la casa que funcione como oficina o escritorio. También es importante la rutina de bañarse, cambiarse (aunque sea ropa cómoda), limpiar el lugar de trabajo y todo tipo de hábito que nos recuerde los compromisos profesionales y aleje el fantasma procrastinador.
Foco, foco y foco
Trabajar de forma remota implica usar cualquier tipo de dispositivos digitales, tablet, smartphone y computadoras y posiblemente caerás en la tentación de acceder a tus redes sociales o encender el televisor. Por eso es importante tener disciplina y contar con horarios diferenciados para lo profesional y para la distracción.
Musicaliza tu tarea
La música es una gran aliada del teletrabajador. Ya sea movida, lenta o mantras para meditar, su presencia es importante. Spotify, Deezer, iTunes YouTube, entre otros, son buenos compañeros para hacer llevadero el día profesional del trabajador freelance