Para liderar una organización que aglutina a los jóvenes más emprendedores de la provincia hay que tener una mentalidad hecha al riesgo y al sacrificio: «Trabajo cuando todo el mundo está descansando; me acuesto todos los días a las dos de la mañana y nunca puedo comer con mi familia», reconoce Antonio Lorente al que, no obstante, le compensa la satisfacción de haber levantado hasta siete empresas. Es un ejemplo de emprendedor y por eso los jóvenes empresarios han renovado su confianza en él y lo han vuelto a elegir presidente de la organización.
– ¿Cuándo surge la Asociación de Jóvenes Empresarios y por qué?
– Se creó en el año 1996, hace 12 años. Había una asociación a nivel nacional y de ahí se ramificaba en todas las delegaciones provinciales. Está en todas las provincias.
– ¿Cuál es su principal objetivo?
– Apoyar al emprendedor y motivar al joven empresario. Hay que facilitarle mucha información y, sobre todo, mucha formación. Se le introduce en un círculo de conocimientos, desarrollos de nuevas tendencias, nuevos mercados emergentes y nuevas ideas de negocio. Estar dentro de AJE y estar fuera es lo mismo que ir a ver un partido de fútbol con una peña de 200 asociados, con los que vas en el autobús y cuando llegas estás en la euforia del partido o ir solo. La diferencia es que se disfruta de diferentes formas. AJE es un colectivo y el denominador común, en lugar de ser el fútbol, es la pasión por el trabajo, que es nuestra propia empresa.
– ¿Cuántos socios son en AJE?
– Hay 170 empresas activas. Pero también están los miembros pasivos que son todos y cada uno de los jóvenes empresarios de Almería.
– ¿Tiene Almería una sensibilidad especial para los negocios?
– Almería es un terreno emprendedor por naturaleza. En Almería se tiene un concepto de la empresa diferente del resto de España. Aquí mucha gente intenta probar suerte y la idea de un concepto de negocio siempre se pasa por la cabeza de los jóvenes almerienses. Esto es una realidad. Por eso, todos los jóvenes son potenciales jóvenes emprendedores y, al final, empresarios.
– ¿En qué se diferencian los jóvenes de Almería de los demás?
– Es como cuando vas corriendo con unas zapatillas de deporte por una pista asfaltada o cuando vas corriendo descalzo por el agua. En Almería vamos siempre descalzos y por el agua. Avanzar cuesta más trabajo, pero por eso nuestras piernas son más musculosas y cuando se nos da una oportunidad con zapatillas y por el asfalto corremos más que nadie, porque estamos acostumbrados a esforzarnos en situaciones más complicadas. Las comunicaciones aéreas y ferroviarias son de vergüenza. Con las carreteras estamos mejor, pero falta el enlace por autovía con Málaga. También tenemos muchas dificultades como el concepto político, ya que hay cosas que no salen hacia delante por las circunstancias políticas.
– ¿Cuáles son las edades en las que se le despierta a un joven la mentalidad emprendedora?
– Es distinto el momento para un joven que estudie que para uno que no lo haga. Si no estudia, despierta antes su etapa emprendedora, porque está trabajando para alguien o tiene que trabajar para sí mismo. El hecho de tener una predisposición total al trabajo favorece que pueda ser emprendedor mucho antes. Luego está el joven que estudia y cuando termina se encuentra con la tesitura de aplicar para él mismo o para otra empresa los conocimientos adquiridos. De los 18 a los 25 es la edad en la que un joven es joven. A partir de los 25 se empiezan a adquirir ciertos compromisos, como el matrimonio, los hijos, empiezas a tener algo de patrimonio, por lo que surge el miedo a perderlo y no es lo mismo que cuando no tienes nada. Entonces, a los 25 años tiene que empezar la proyección personal de una persona. El que tenga más de 25 años y no sepa a lo que se va a dedicar en la vida, tiene un problema. Hay que ser profesionales en lo que sea, si eres barrendero, tienes que ser el mejor barrendero y si tienes un chiringuito, que sea el mejor y que trabajes para hacer marca. El desarrollo profesional abarca de los 25 a los 40 y, a partir de ahí, tienes que tener tan organizada tu vida como para dedicarte a la educación de tus hijos.
– ¿Quiénes son más emprendedores, los que estudian o los que no?
– Depende. En nuestra generación suele haber más gente formada.
– ¿Cuál es el perfil de los jóvenes emprendedores?
– Dentro de la asociación compites con gente es muy buena, tienen unos perfiles personales de buenas personas, gente dispuesta a ceder tiempo y dinero, en ocasiones, para beneficiar a jóvenes que no conocen de nada. Es también gente intelectual y muy cultivada en conocimientos políticos, sociológicos y empresariales. Tienen la mentalidad muy clara y definida. No me gusta comparar, pero de los cinco premios andaluces de jóvenes empresarios, Almería se ha llevado tres.
– ¿Qué tipo de proyectos y actividades desarrolláis?
– Hemos hecho un viaje a China y ya hay un hermanamiento con los jóvenes empresarios de allí. Los viajes son continuos. Asistimos a congresos, salones y ferias, internacionales y nacionales.
-¿También planificáis formación?
– Sí, continuamente. La formación es uno de los pilares fundamentales de la asociación. Estamos desarrollando el proyecto ‘Epes’ -Experiencias Profesionales para el Empleo- que hace que la gente que nunca ha trabajado, porque ha sido ama de casa o viene de otros países, pueda encontrar empleo dentro de una empresa joven. Hemos conseguido que la Junta pague una parte de su empleo, para facilitar la inserción laboral.
– ¿Hay inmigrantes en AJE?
– Sí, hay cuatro o cinco. Pero les cuesta mucho trabajo, porque los inmigrantes, sobre todo como están las cosas hoy, saben que su estancia en España es temporal.
– Se habla de crisis y desaceleración, ¿cómo afecta esta situación a los jóvenes empresarios?
– Se puede imaginar lo que le puede suponer a una persona que ya de por sí le cuesta trabajo encontrar financiación, que ahora los bancos cierren el grifo. Es una guerra perdida.
– ¿Se detecta ya en la asociación?
– Claro, ya ni siquiera te plantean un problema. Es que ya no se plantean montar una empresa.
– ¿Ha descendido el número de emprendedores?
– Sí. Además, los que se plantean montar una empresa se ven en una situación complicada porque tiene la necesidad de buscar socios por necesidad financiera y eso es lo peor que te puede suceder, porque no es lo mismo que asociarse por interés.
– ¿Cuál es la ‘fórmula mágica’ de AJE? ¿Cómo se sale de esto?
– Es muy fácil, es el momento de montar empresas, eso sí, adecuadas al momento que estamos viviendo. El sector de la construcción ha muerto y punto. Se pueden buscar otros que están emergiendo y son rentables. Eso sí, hoy en día, para montar una empresa no hace falta tanto dinero como una buena idea. Las épocas de crisis también son épocas de oportunidades para muchos y lo importante es tener la mente fría y seguir luchando. Hay que trabajar un poco más y mejor para ganar un poco menos.
– ¿Cuál es el principal problema de esta generación de emprendedores?
– Que nacimos entre algodones. No nos ha faltado nada, nos lo han costeado todo y se nos presenta nuestra primera gran crisis. El que no sea consciente de que tiene que trabajar más y menor, se quedará en el camino. Pero no me gusta hablar de crisis porque en las empresas siempre se pierde dinero por muchos sitios -luces que se quedan encendidas, gente improductiva-. Los trabajadores podrían aportar cada uno dos o tres mejoras a la empresa. Esa es la teoría de las ‘cien mejoras’, que es mía y que consiste en centrarse en lo que se puede solucionar y no en las cuestiones mayores.
– ¿Cuáles son las subvenciones o ayudas con las que cuenta un joven emprendedor?
– Hay ayudas de más. Y es muy fácil acceder, pero no es la solución. La solución está en el concepto de negocio. No me sirve de nada que des una subvención por ser mujer si la destinataria no tiene una buena idea, porque la estás metiendo en una crisis. El negocio, si no es rentable de por sí, te va a hipotecar tu vivienda y los demás sueldos que entren en la familia. Las subvenciones son muy positivas en un momento justo de desarrollo de una empresa. Están cambiando y están mejor enfocadas a lo que es la sociedad. Es un error montar una empresa pensando en las subvenciones.
Agricultura y mármol
– ¿Cuáles son los sectores a los que más se lanzan los jóvenes?
– Últimamente podríamos destacar las empresas de base tecnológica, con enfoques hacia las energías renovables o hacia la tecnología punta para las empresas agrícolas o informáticas. Hay un mercado desconocido en Almería, basado en la tecnología, que tiene un ejemplo con nombres y apellidos: Visual Chart. Muchos operadores de bolsa a nivel mundial utilizan programas hechos por la empresa de este joven almeriense.
– ¿Cómo ve los sectores históricos?
– En el mármol, hay que ‘dar al César lo que es del César’ y creo que Silestone le ha abierto los ojos a mucha gente. Ese es el concepto, hay que diseñar nuevas técnicas de desarrollo del producto que no estén centrados en la materia prima, en el mármol, que sabemos que no es un producto que el mercado acepte. En la agricultura el truco está en productos de quinta gama y desarrollos necesarios de productos y principios activos. Y en cuanto al turismo, en Almería hay un contraste fundamental entre montaña, playas y parajes naturales. Tenemos desiertos e instalaciones deportivas punteras, junto a la gran capacidad hotelera. Pero parece que es como cuando te compras todos los muebles de la casa y no los pones en su sitio. Medio Ambiente y Turismo deben trabajar de la mano.
Fuente: Ideal. es