La población inmigrante impulsa un 16% de los nuevos negocios surgidos en la Comunitat Valenciana. Un porcentaje notable respecto al total de iniciativas empresariales y muy elevado si se compara con la media de España, que no llega al 7%.
El dato está incluido en el análisis autonómico del estudio GEM (Global Entrepreneurship Monitor), un proyecto que evalúa anualmente la actividad emprendedora y que en la Comunitat está coordinado por la Universidad Miguel Hernández y el Instituto de Empresa y patrocinado por Air Nostrum. El estudio correspondiente a 2006 fue presentado ayer en Valencia.
Los resultados evidencian que el papel de la inmigración ha configurado un nuevo escenario en la creación de empresas. Y los expertos coinciden en que esa nueva realidad debe tenerse muy en cuenta en las políticas públicas, "con el fin de potenciar la generación de riqueza", aseveró José María Gómez Gras, vicerrector de asuntos económicos de la citada universidad.
Los autores explicaron que en los tres años que se está realizando la investigación se ha constatado una gran evolución de la actividad emprendedora por parte de los inmigrantes. Pero se trata de una evolución no sólo cuantitativa sino también cualitativa. "Vemos como, cada vez más, están llegando personas con estudios universitarios, sobre todo procedentes de países sudamericanos, con la intención de abrir un negocio", apuntó Alicia Coduras, directora técnica de GEM en España.
Coduras recalcó que la franja mediterránea y Madrid son los principales focos de atracción de inmigrantes. Y subrayó que en el caso de la Comunitat es también relevante la creación de empresas por parte de personas procedentes de países europeos, como Francia o Alemania, que vienen a invertir en sectores como el hostelero o el inmobiliario.
Según recoge el estudio, el 9,7% de los inmigrantes emprendedores (con actividades que están en funcionamiento hace menos de 42 meses) lleva menos de tres años residiendo en la autonomía, "lo que supone un importante grupo de individuos que se plantea abrir una empresa al fijar su residencia en la Comunitat".
El director general de Industria, Matías Pérez Such, aprovechó estas cifras para asegurar que la región es vista como "tierra de oportunidades". Carlos Bertomeu, consejero delegado de Air Nostrum, coincidió: "Deben ver aquí un elemento diferencial".
El documento pone de manifiesto que, en líneas generales, la actividad emprendedora creció 1,4 puntos en la autonomía en 2006. Así, un 7,4% de la población adulta valenciana impulsó una iniciativa empresarial. Dicho de otro modo: 222.000 ciudadanos de la región se encontraban involucrados en negocios de reciente de creación. El porcentaje se sitúa en torno a la media española.
Un 6,2% de valencianos, además, mostró su intención de poner en marcha una empresa a tres años vista. "Eso demuestra que hay una cantera de emprendedores muy importante que alcanzaría los 185.000 individuos", manifestó Gómez Gras.
En total, casi un 15% de los ciudadanos acababa de crear una firma o pretendía hacerlo.
En la mayoría de los casos el emprendedor sigue siendo hombre, con una abrumadora diferencia de 7 a 3. Esta relación se ha estancado en los últimos tres años, lo que supone sin duda un dato preocupante. Los autores destacan que hacen falta más esfuerzos ante lo que consideran "un reto pendiente".
La mayor parte de los emprendedores tienen entre 25 y 45 años y casi todos, nueve de cada diez, promueven un negocio porque han detectado una oportunidad de mercado. "Sólo un 10% lo hace por necesidad o porque no tiene otra forma de empleo, lo que plasma el enorme potencial emprendedor de la Comunitat", indicó el vicerrector de la Miguel Hernández.
En cuanto al nivel de estudios es significativo que el 31,7% de los emprendedores tiene enseñanza obligatoria, el 28,9% cuenta con estudios universitarios y el 19% ha cursado formación profesional.
Hay más emprendedores en la provincia de Alicante (con un 44,5%) que en la de Valencia (38,5%).
En términos de capital, el 36,5% aporta la totalidad del mismo, que está entre 20.000 y 40.000 euros. El informe de 2006 vuelve a expresar, como ya lo hicieron los anteriores, que la familia directa es la principal fuente de financiación ajena. Y cada vez lo es de forma más acusada. De hecho, el 21,5% de los emprendedores de 2006 acudió a la familia directa (frente al 18,6 de 2005) y otro 2,9% a otros familiares.
Gómez Gras expuso, como deberes pendientes, la necesidad de mejorar el acceso a fuentes de financiación e instó a las administraciones a realizar políticas de discriminación positiva que ayuden a la mujer a crear empresas.
Consideró igualmente prioritario el impulso a la formación y dijo que es necesario incidir en la cultura emprendedora desde la escuela para despertar desde pequeños este interés.
Fuente: Las Provincias.es