Él preguntó:
– ¿Por qué Uds. las mujeres siempre tratan de impresionarnos con la apariencia, y no con la inteligencia?
Ella respondió:
– Porque hay más posibilidades de que un hombre sea estúpido que ciego.
Moraleja: «CUANDO HAGA PREGUNTAS FILOSAS PREPÁRESE PARA RESPUESTAS CORTANTES»
Una dama entra a una farmacia y le pide al farmacéutico:
– Por favor, quisiera comprar arsénico.
Dado que el arsénico es muy tóxico y letal el farmacéutico quiso saber más datos antes de proporcionarle la sustancia.
– ¿Y para qué querría la señora comprar arsénico?
– Para matar a mi marido.
– ¡Ah, caramba! Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo.
La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía del marido haciendo el amor con la mujer del farmacéutico.
– ¡Mil disculpas!, dice el farmacéutico -no sabía que usted tenía receta.
Moraleja: «NUNCA PREGUNTE ALGO POR LO QUE TENDRÁ QUE DISCULPARSE»
Un conocido lord inglés reunía a sus amistades a tomar el té a la hora señalada todos los martes de cada semana en su palacio de Bloodshire.
Cierto martes, el puntualísimo caballero no apareció y los invitados estaban intrigados. En cierto momento aparece el mayordomo y les dice a los presentes, con típico «british»
– Señores, Milord les pide disculpas por la demora y les anuncia que después de mucho tiempo, se ha reencontrado con su vieja y querida amiga Lulú, de París.
Dice que si puede, dentro de dos horas estará con ustedes, y si no puede, dentro de diez minutos. Muchas gracias.
Moraleja: «CUANDO TENGA QUE DAR UNA EXCUSA, QUE SEA CON ELEGANCIA»